Ya sea para combatir la gripe o el dolor de garganta, los hispanos corremos a la farmacia en busca de un antibiótico. Esa solución no es recomendable para la salud, según los expertos. Los antibióticos combaten las infecciones causadas por bacterias como: infección urinaria, a la piel y en casos específicos, a las vías respiratorias. Estos medicamentos no tratan cuadros de tos, mucosidad o estornudos, ocasionados por virus, esos deben ser tratados con analgésicos. Consumirlos sin autorización médica puede acelerar la aparición de bacterias resistentes y producir reacciones alérgicas o alteraciones en la flora intestinal. Incluso, surgen síntomas de gastritis en personas susceptibles a ese mal.

Todos los antibióticos no son iguales. Para mayor eficacia, el antimicótico debe tomarse con comidas ricas en grasa; los antibióticos para las infecciones tractorespiratorias ocasionan jaqueca si se combinan con bebidas alcohólicas y los bactericidas jamás deben consumirse con un antiácido. Recuérdelo.