Nada está definido
Aunque Trump y Clinton mantienen ventaja sobre sus rivales, tienen motivos para estar preocupados
REDACCION EL MUNDO | 4/21/2016, midnight
EL DATO
El próximo martes 26 de abril será muy importante para las aspiraciones de los precandidatos presidenciales. Votan: Connecticut, Delaware, Maryland, Pensilvania y Rhode Island. Pasada esta elección, la siguiente se realizará el 3 de mayo en Indiana.
Los favoritos continúan arriba, pero nada está definido aún en estas apretadas elecciones primarias y matemáticamente hablando todo puede suceder. Faltan tres meses para que se definan las candidaturas presidenciales y muchas cosas pueden suceder. Del lado Republicano, Ted Cruz es la carta de la dirigencia de su partido para derrotar a Trump y evitarse un papelón electoral. Según varias encuestas nacionales, el magnate es el peor candidato presidencial en décadas. Del lado Demócrata, a Hillary Clinton le cuesta demasiado conectarse con los jóvenes, segmento en el que Bernie Sanders (un político que se reconoce como socialista en la cuna del capitalismo mundial) es visto con entusiasmo.
ASI VAN LOS REPUBLICANOS
A mediados de marzo, Trump experimentaba una racha victoriosa que estaba sacando del camino a todos los que intentaban disputarle la nominación: Jeb Bush, Ben Carson y Marco Rubio, entre otra media docena de dirigentes Republicanos. Anunciadas las preferencias, permanecieron junto a Trump el senador Ted Cruz (Texas) y John Kasich (gobernador de Ohio).
En el transcurrir del proceso electoral de las primarias, el senador de origen canadiense ha resultado “amenazante” para los intereses de Donald Trump. Y es que la base de Ted Cruz está en las comunidades cristianas y en los afiliados al “Tea Party”. El senador ha procurado ganarse el apoyo de los principales líder evangélicos del país, sobre todo en los estados con mayores zonas rurales.
Trump tiene hasta el 7 de junio para conseguir sus 1,237 delegados. Si para junio no ha alcanzado el número de delegados señalado, tendrá que entrar a disputar su nominación en la Convención Republicana y allí no las tendrá todas consigo.
Las reglas de la Convención Republicana indican que en un primer momento los 2,474 delegados deberán votar siguiendo el mandato que les dieron sus electores en las primarias. Pero si ningún candidato obtiene la mayoría necesaria, cerca del 60% de delegados quedarán libres para elegir el candidato que quieran.
Ted Cruz ha cortejado a los delegados de Marco Rubio y Jeb Bush y al cierre de esta edición seguía tratando de convencer a John Kasich para que se retire de la contienda ceda sus delegados. Si ningún precandidato obtiene la mayoría de delegados, podría surgir en la convención una figura nueva, de consenso. Para evitar contrariedades, Trump y Cruz harán todo lo posible para no llegar a ese escenario.
ASI VAN LOS DEMOCRATAS
En las primarias Demócratas las cosas no están tan apretadas, pero la competencia que le ha planteado Bernie Sanders a Hillary Clinton es lo suficientemente reñida como para obligarla a no perder la concentración ni un segundo.
Probablemente hace un año nadie esperaba que Sanders fuese un rival de cuidado en las internas del partido. En Washington su postura ha sido clara: mayor igualdad, defensa del derecho a una salud y educación públicas de calidad, transparencia en las finanzas partidarias y lucha contra el cambio climático. Su discurso ha calado mucho entre los jóvenes, que ven a este hombre de 74 años como el gobernante que cambiará las reglas de juego (que consideran favorece a los poderosos).
Tanto Hillary como Sanders necesitan 2,383 delegados para conseguir la nominación sin tener que pasar por una convención nacional abierta. La exsecretaria de Estado está más cerca de alcanzar esa meta. Pero las recientes críticas de su rival a los pagos que ha recibido por sus discursos, a sus vínculos con Wall Street y por haber apoyado un acuerdo comercial con Panamá (que habría facilitado que los millonarios estadounidenses usen ese país como paraíso fiscal) podrían afectar su camino a la nominación.
El próximo 21 y el 28 de julio, tanto Republicanos como Demócratas consagrarán a sus respectivos candidatos presidenciales; entonces se dará inicio a la carrera presidencial. El sucesor de Barack Obama será elegido el 8 de noviembre.