Una original puesta en escena, eso es ‘Monólogos Mujeres Trabajando’ que tiene como protagonistas a Norma del Toro, Karla Plata y Samantha Ledezma Montenegro (guionista, productora y directora de la obra). El público reirá con las ocurrencias de estas tres mujeres, que tienen la tarea de conectar con los asistentes a través de monólogos pícaros y divertidos en un escenario inusual.

Samantha parece ir siempre a mil, con la mente puesta en proyectos, ideas y metas por cumplir, pero cuando se trata del teatro, la seriedad y disciplina son su motor y motivo, y eso se nota cuando habla con gran entusiasmo de su trabajo, su respeto por el público y su entrega en cuerpo y alma en el escenario.

‘Monólogos Mujeres Trabajando’ es la segunda puesta en escena de una obra propia de Samantha Ledezma (la primera fue ‘Negocio para tres’ que tuvo cuatro fechas exitosas en abril del 2014). Ledezma asume la responsabilidad y se entrega al tráfago que implica presentar una pieza teatral en el Centro de Texas, siempre con la ayuda cómplice de amigos cercanos y generosos patrocinadores.

Esta es la entrevista con una comunicadora incansable que es ejemplo de que cuando una mujer decide realizar sus sueños, puede concretarlos… aunque no cuente con todo el apoyo necesario.

- ¿Cuántos años llevas como dramaturga?

– Llevo cinco años escribiendo pero apenas el año pasado pude poner (en escena) una obra escrita por mí.

– Escribes los guiones de tus propias obras, las produces y actúas en ellas.

– Mi primer proyecto lo monté hace año y medio. Lo hago todo porque soy una loca compulsiva; siento que sólo quien concibe una idea en su cabeza es capaz de llevarla a cabo tal como la imagina y afortunadamente encontré siempre del equipo perfecto para llevarlo a la realidad.

– ¿Por qué no seguiste con el teatro cabaret?

– La idea era hacer un proyecto donde hubiera más interacción con la gente, lo que llamamos en teatro ‘romper la cuarta pared’, por eso quise hacer teatro cabaret; pero la gente suele confundirlo con baile y canto, y el teatro cabaret no tiene que ser necesariamente eso.

– ¿'Monólogos Mujeres Trabajando' se inspiró en la obra de Eve Ensler?

– Definitivamente no. Estos monólogos están inspirados en la obra del dramaturgo mexicano Humberto Robles, pero lo que yo escribí está más ‘tropicalizado’, es más personal, inspirado más en mis experiencias, en todo lo que escucho y veo todos los días.

– ¿De qué trata 'Monólogos Mujeres Trabajando'?

– Cuatro mujeres nos cuentan, con mucho humor y sátira, cuáles son las ventajas y desventajas de su profesión en este difícil mundo masculino, donde todo, invariablemente, tiene que ver con ellos, ya sea como causa o consecuencia.

– ¿Por qué elegiste un restaurante para presentar esta nueva obra?

– Porque necesitábamos tener al público de cerca lo más posible. Para este proyecto no funcionaría un teatro.

– ¿El teatro hispano en Austin tiene apoyo de las autoridades?

– No lo sé. Yo hago teatro independiente y éste se sostiene únicamente gracias a los patrocinadores. No todos los que nos dedicamos a esto le metemos la publicidad que se necesita a nuestros proyectos para que el teatro suene más y así lograr un público cautivo. Hacer teatro cuesta mucho dinero, sobre todo para quienes no recibimos dinero de la ciudad o de alguna dependencia del gobierno.

– ¿Consideras que los hispanos en Austin apreciamos el teatro?

– Creo que al público le cuesta un poco más pagar por un boleto de teatro que pagar por un baile. A veces la gente no se entera de lo que hacemos, pero tengo que decir que yo siempre he sido favorecida con la presencia de público.

– ¿Por qué no presentar 'Negocio Para Tres' o 'Monólogos Mujeres Trabajando' en los festivales locales?

– Yo no tengo tanto tiempo para involucrarme en las cuestiones de protocolos y trámites que se tienen que hacer para participar en algún lado. Nunca he sido invitada a nada pero el día que me inviten a participar yo con todo gusto aceptaré.

– ¿Consideras que el gremio teatral local es unido y solidario?

– No. Yo he asistido a todas las obras que se han presentado cuando estoy aquí en la ciudad, pero a pocos he visto en lo que yo hago. Por otro lado, somos muy dados a criticarnos entre nosotros pero eso es algo que ocurre en todas las artes. Siempre creemos que podemos hacerlo mejor que el otro, y puede ser, pero la diferencia es que somos pocos los que nos lanzamos a hacerlo.

– ¿Hay alguna obra, escrita por otra persona, que desees poner sobre el escenario?

– Sí. Uno de mis grandes sueños es poner una obra que se llama ‘El Virgencito’, la hizo Renán Moreno en Monterrey y me enamoré. También quiero poner ‘Entre Mujeres’ de Santiago Moncada.

– ¿Haces teatro por tu necesidad de comunicar y expresarte o por el reconocimiento y la notoriedad?

– ¡Esta es una necesidad fisiológica! La gente que ha estado arriba (en el escenario) sabe de lo que hablo. Jamás recuperas tu vida después de haber pisado un escenario. ¡Lo mío es masoquismo puro! Adoro el estrés que me provoca producir y la sensación que me da oír la ‘tercera llamada’ ¡es indescriptible! Escribo por necesidad, no sé si es bueno o malo lo que escribo para los demás, pero sé que a mí me hace inmensamente feliz. Los que hacemos esto con el alma, trabajamos meses, nos desvelamos, no comemos, esperamos pacientemente para poder llegar a ese día y sentir esa adrenalina y esa emoción que sólo el escenario nos puede dar. Todo vale la pena para encontrarnos con esas dos horas que generalmente dura nuestro proyecto allá ‘arriba’.

– ¿Quién es tu máxima inspiración en el teatro?

– Son muchos, de casi todos me enamoro, no acabaría de nombrarlos: Susana Alexander, Silvia Pinal, Luis Felipe Tovar, Ernesto Gómez Cruz, Héctor Suárez, Alberto Estrella, Lola Cortés… ¡son muchos! De mi tierra amo a un montón, por ejemplo, a Renán Moreno y a Bernardo de la Rosa.

– ¿Quién es tu máxima inspiración en la vida?

– Mi madre. Cuando veo que los obstáculos son más grandes que yo me basta con pensar en ella. Eso me hace recordar la ‘madera’ de la que estoy hecha y que puedo permitirme equivocarme muchas veces, sufrir, llorar, lamentarme, pero nunca romperme a tal grado de olvidar quién soy.

– ¿Tu próximo proyecto en teatro?

– Me voy por unos meses a prepararme para un trabajo dramático. Me están esperando algunos directores mexicanos para dirigirme y espero poder presentarlo por acá. Además, el próximo año quiero poner una obra que se llama ‘Que viva el amor’. Tengo varios proyectos listos, ojalá se dé alguno de ellos.

– ¿Y en tu vida personal?

– Quiero irme a vivir cerca del mar. Estoy en pláticas con unas personas que trabajan con enfermos en etapa terminal y están interesados en experimentar el teatro como terapia. Tal vez éste se convierta en un proyecto personal más que en una profesión. También quiero seguir aprendiendo otras cosas: espero el próximo año aprender a bailar tap por fin.

‘Monólogos Mujeres Trabajando’ es una propuesta refrescante que enriquece el teatro en Español en el Centro de Texas. La invitación está hecha: sábado 26 (con música de Studio 22) y domingo 27 (con Blush Unplugged y La Frenétika).