Se suponía que sería la gran estrella de la NFL en la presente temporada; que se convertiría en el ejemplo a seguir en la posición de ‘quarterback’; que llevaría a los Redskins a ser una potencia… pero Robert Griffin lll (foto) ha sido todo lo contrario.

Cuando debutó en el 2012, el mariscal de campo egresado de la Universidad de Baylor maravilló por su movilidad, velocidad, puntería de sus pases, liderazgo y extrovertida personalidad. Su impacto en la NFL fue inmediato y contundente.

En su primer partido oficial despedazó a la defensiva de los Saints de Nueva Orleans al completar 19 de 26 pases, dos de ellos de anotación, y ganar 320 yardas por aire además de 42 yardas corriendo el ovoide. A partir de ese momento, muchos partidos de los Redskins fueron programados en horario estelar para los aficionados pudieran ver en transmisión nacional al nuevo jugador maravilla de la Liga.

Sin embargo, su estilo atrevido le ‘pasó la factura’ muy pronto. En su quinto juego sufrió una contusión en la cabeza. Luego, una lesión en la rodilla. Y la temporada pasada sufrió otra grave lesión en su tobillo. Su carrera se convirtió en un calvario.

Esta temporada, Griffin III inició las actividades en la banca de los Redskins, toda vez que Kirk Cousins fue nombrado mariscal de campo titular para la campaña 2015. Del chico maravilla sólo queda el recuerdo y el deseo de que se recupere pronto para intentar volver a ser el jugador que deslumbró a la NFL.