Los 43 estudiantes de Ayotzinapa no fueron incinerados en un basurero de Iguala, como indica la versión oficial del Gobierno mexicano, aseveró el grupo de expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que investiga las pesquisas sobre la masacre.

Según la CIDH, los normalistas fueron víctimas de ataques coordinados por policías de (al menos) dos municipios, ante la pasividad de agentes federales y militares que sabían lo que ocurría.

Otra teoría se suma a la brutal respuesta de la esposa del alcalde de la ciudad por la interferencia de los jóvenes en un mitin. Ésta apunta a que uno de los camiones que tomaron los manifestantes, sin saberlo, estaba cargado de droga.

Tras conocerse la posición de los expertos, cuya permanencia en México es solicitada por los padres de las víctimas, estos pidieron una cita con el presidente Enrique Peña Nieto quien, al cierre de esta edición, contemplaba recibirlos. AGENCIAS