Las declaraciones del precandidato presidencial Republicano Donald Trump y la postura de los votantes conservadores que concuerdan con él despertó la crítica justificada de gran parte de la comunidad hispana de este país, que utilizó las redes sociales para hacer sentir su rechazo a cualquier propuesta discriminatoria.

El indignante episodio que tuvo al periodista Jorge Ramos como ocasional protagonista es una muestra más de que la comunidad hispana no está unida en torno a una sola causa. Las críticas e insultos contra el periodista mexicano y las ‘denuncias’ de un supuesto activismo y una actitud poco profesional del comunicador, además de las opiniones que aseguran que aquella desafortunada anécdota no fue otra cosa que un acto para ‘desviar la atención de los asuntos importantes’, indican que no hay un tema que nos ponga de acuerdo. Esta será otra oportunidad perdida en el objetivo de ver a nuestra comunidad fortalecida, si aquellos que podemos votar no enfrentamos a la posición claramente racista y prejuiciosa de magnate inmobiliario.

No debemos dividirnos en si ciertos inmigrantes son mejores que otros, ya sea porque tienen educación o porque son mas prósperos. El capital humano es difícil (o imposible) de ser medido. Todos tenemos un papel importante en el éxito de nuestra comunidad en este país.

Según especialistas de todo el mundo, las economías con más diversidad de inmigrantes tienen un mejor desempeño. Hay abundante evidencia oficial de que la inmigración indocumentada en este país no sólo no es dañina, sino que tiene un impacto positivo importante en la economía nacional y en las comunidades que los cobijan. Ese impacto positivo va más allá del factor económico: influye en el arte, la gastronomía, el deporte, el cine y el teatro, y otras áreas de producción.

No se trata de si un personaje nos cae bien ni si representa los intereses de la comunidad o de la empresa privada, sino de cómo una idea (la de que los inmigrantes indocumentados hispanos somos criminales, parásitos del erario nacional y el motivo de todos los males de este país) puede ser plantada en un segmento de la población y hacerse una ‘verdad’ incuestionable.

Si Trump es elegido candidato presidencial del Partido Republicano no tendrá oportunidad de ganar. Las minorías de este país, los jóvenes, las mujeres y los liberales anglos no lo permitirán. Su derrota será apoteósica. Pero ese no es el dilema actual. Lo que estamos presenciando es la peligrosa construcción de una mala idea basada en inexactitudes y en sentimientos negativos, impulsada por neonazis en la sombra, conservadores racistas, xenófobos y discriminadores de cualquier sangre y gentilicio.

Buscar pretextos para no enfrentar con argumentos las malas ideas (que en política, esta históricamente demostrado, siempre tienen consecuencias lamentables) demuestra de qué estamos hechos y quiénes somos verdaderamente.