El arte que nació de la tragedia


Un artesano convirtió los recuerdos del devastador incendio que azotó Bastrop hace cuatro años en piezas artísticas

9/3/2015, midnight
El arte que nació de la tragedia

Cuatro años han pasado desde los eventos catastróficos del 4 de septiembre del 2011, en el que gran parte de la floresta del Condado Bastrop se vio afectada por un incontenible incendio que arrasó con más de 34,067 hectáreas, destruyendo 1,645 casas y causando la muerte de dos personas.

Muchas de las familias afectadas por dicho siniestro aún se encuentran reconstruyendo sus viviendas y retomando sus vidas. Sin embargo, cualquiera pensaría que de ésta terrible experiencia sólo quedarían malos recuerdos, pero no fue así. Al menos no para Edgar Díaz (62), profesional dedicado a las bienes raíces, originario de Guatemala.

Días después de apagado el dantesco incendio, y mientras los restos de tantas pérdidas eran recogidos por camiones, Edgar notó que la mayoría de las piezas de metal que se habían fundido podían servirle para dejar un testimonio poco común. ‘Fue un evento devastador… vi cómo las casas quedaban desechas por el incendio, pero de los restos rescaté una historia’, nos cuenta Edgar.

EL DATO

Para información, comuníquese con Edgar Díaz llamando al (512) 581-8310 o al correo electrónico http://mayasinv@yah…">mayasinv@yahoo.com.

‘Había piezas de metal muy deformes, algunas grotescas, eran partes de carros y artículos domésticos que se fundieron con el fuego. Yo miraba las piezas desde diferentes ángulos y encontré un propósito para ellas’, continúa Edgar.

Fue entonces que decidió comprar algunas piezas de metal y sin necesidad de alterar los pedazos ya fundidos se inspiró y creó obras de arte. Con pintura acrílica, gran imaginación, pasión y mucha creatividad, convirtió lo que muchos podrían considerar ‘basura’ o ‘desperdicio’ en coloridos objetos.

Edgar hizo sus creaciones con el propósito de que éstas trasciendan y sean un símbolo de la historia de ese incendio, de las emociones y recuerdos de lo que un día fue parte del hogar de alguna familia. Creó recuerdos de una catástrofe que físicamente destruyó árboles, animales salvajes, propiedades y vehículos, pero que emocionalmente unió a toda una comunidad.

La producción final de Edgar Díaz registra más de 50 piezas de diferentes formas y tamaños. Cada una con diferentes ilustraciones: desde panoramas con bosques, hasta desiertos y animales. Dependiendo de los detalles y del tamaño de la pieza, cada obra llega a tomar entre 1 y 6 horas.

El artesano guatemalteco comenta que desde pequeño tuvo el deseo de convertir material reciclable en obras de arte y que recién ahora, después de treinta y cinco años, puede hacer realidad ese anhelo. Actualmente, cuenta con una colección de piedras pintadas con hermosos paisajes; plumas de pavo real con imágenes detalladas de animales y antigüedades a las que les ha dado vida y color.

El deseo de Edgar es dar a conocer sus obras en exhibiciones y dedicar parte de las ganancias a una fundación en Guatemala dedicada a las personas con necesidad. ‘Todas las piezas que he creado son únicas porque no encontrarás ninguna como tal en otra parte del mundo. Representan la historia de alguien y cada una es mi favorita’, finaliza.

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