La empresa de supermercados Whole Foods anunció que para abril del 2016 dejará de vender alimentos hechos por personas encarceladas.

La medida fue generada por una protesta en Houston en la que se criticaba a la compañía por vender comida que provenía de trabajo explotador a reos mal pagados en programas de las prisiones.

“Las personas son encarceladas y luego forzadas a trabajar por monedas, en comparación con el precio por el que los productos se venden”, dijo Michael Allen, organizador de la protesta y fundador del grupo Fin a la Encarcelación Masiva de Houston. AGENCIAS