La Constitución de este país garantiza el derecho a la ciudadanía inmediata a quienes nacen en territorio estadounidense

Según la Enmienda 14 de la Constitución de este país, todo bebé nacido en territorio de Estados Unidos tiene derecho a la ciudadanía estadounidense sin discriminar la nacionalidad o la condición migratoria de sus padres. Siendo estadounidense, la persona no tendrá trabas en el futuro para trabajar en este país y tendrá las mismas ventajas que cualquier otro estudiante estadounidense a la hora de solicitar una plaza en la universidad.

Otro beneficio es el libre tránsito alrededor del mundo. Estados Unidos no tiene problemas de ingreso (visa) a muchos países del orbe. Las puertas del mundo se le abren mucho más a un ciudadano estadounidense que a los de cualquier otro país.

Por eso, cada vez son más las mujeres latinoamericanas que llegan a Estados Unidos ‘a ciudades como Miami (Florida) o El Paso (Texas)’ durante el último trimestre de su embarazo para recibir atención médica personalizada, contratada desde sus países de origen. La intención de estas mujeres no es quedarse como indocumentadas, sino darle más oportunidades a sus recién nacidos.

Dar a luz en Estados Unidos siendo extranjero es completamente legal, siempre que la persona haya llegado con visa a este país y pague de su bolsillo todos los gastos médicos derivados del nacimiento. La solvencia económica se demuestra en la Aduana de aeropuertos o terrapuertos.

La opción de tener un hijo en este país ha abierto una industria legal que les permite a las familias con cierto nivel económico recurrir a servicios en los que el potencial cliente cuenta con paquetes médicos (que incluyen exámenes, anestesia epidural, gastos del hospital y atención pediátrica al bebé) para los últimos meses de embarazo y las primeras semanas de vida del bebé. Hay agencias que ofrecen alojamiento. Todas cobran cifras elevadas por el ‘servicio’.

El Centro de Estudios sobre Inmigración (CIS) calcula que al año se realizan 36,000 casos de ‘turismo de parto’. El año pasado, la mayor cantidad de madres latinoamericanas que llegaban a este país a dar a luz fueron mujeres de México, Venezuela, Colombia, Brasil, Ecuador y Chile.