Hay una esperanza
Alrededor de 8,500 personas reciben los servicios de Easter Seals
10/8/2015, midnight
Frustración y desesperación son sentimientos comunes cuando olvidamos dónde dejamos las llaves o el teléfono celular. Ahora, imagínese olvidar cómo hablar o caminar. Sí, es posible y es una realidad que enfrenta el pequeño Lucas quien, a sus casi tres años de vida, lucha contra los estragos de la hidrocefalia.
Aunque al verlo no sea evidente su condición, Lucas batalla a diario por su vida. Aún así, Lucas es un niño que, como cualquiera, quiere reír, correr y saltar, aunque ésta última actividad representa un peligro mortal: una simple caída puede tener un desenlace fatal.
Su madre, Ana Diaz, intenta darle una vida normal, pero confiesa que muchas veces no sabe cómo reaccionar o cómo tratar a su hijo ya que Lucas representa un reto totalmente distinto a sus dos hijos mayores. Para Ana, criar a un niño especial ha sido todo un desafío de amor que ha podido asumir gracias al invaluable apoyo de los profesionales de la organización Easter Seals Central Texas.
Tanto Lucas como el personal de esta organización le enseñan a diario a Ana que sí hay una esperanza.
Más en nuestra nota: “No tengas miedo, él es tu hijo”