Ellas también sufren del corazón
Las mujeres tiene el doble de posibilidades de no sobrevivir a un infarto
Marlon Gomez | 10/1/2015, midnight
Por alguna razón desconocida, las enfermedades del corazón tienen dos estigmas: las sufren las personas mayores y son más comunes en los hombres.
Ninguna de las dos afirmaciones anteriores son ciertas. De hecho, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), unas 16.5 millones de personas mueren al año por enfermedades cardiovasculares y 8.5 millones de ellas son mujeres. Es decir, más de la mitad.
Los ataques al corazón y los accidentes cerebrovasculares (ACV) se cobran más vidas en Estados Unidos que todos los tipos de cánceres juntos.
Y si bien es cierto que a medida que avanza la edad hay más riesgo de no sobrevivir a un infarto, en los últimos años se ha registrado un aumento de los casos en personas entre 20 y 40 años. Los especialistas suelen asociar esta tendencia al estrés y hábitos negativos, como la mala alimentación, sedentarismo y tabaquismo.
Pero Mary Mandel no era ese tipo de mujer: se consideraba una persona saludable, hacia ejercicios, no fumaba, tenía una dieta balanceada y no existían antecedentes de problemas cardiovasculares en su familia. Pero eso no impidió que a los 35 años sufriera un infarto, incidente que cambió su vida por completo.
“Nunca me imaginé que yo pudiera sufrir del corazón. Un día tuve síntomas como sudor, nauseas y dolor de espalda y los asocié con una gripe. Durante tres días me sentí enferma, mi corazón latía muy rápido, pero me negué a ir a emergencias, hasta que me asusté y busqué asistencia médica. De inmediato me llevaron a emergencias y me dijeron que estaba teniendo un paro cardíaco. Yo no lo podía creer”.
Mary estuvo en peligro de muerte: cuando el ritmo normal de un corazón en reposo es de entre 60 y 80 latidos por minutos, el de ella latía en ese momento entre 220 y 240 veces por minutos. Cuando un corazón late a ritmos tan acelerados, le es imposible bombear la sangre en el cuerpo.
Visita inesperada
Los síntomas de un infarto en hombres suelen ser dolor en el pecho, indigestión, nauseas, falta de aire y acidez. También dolor en el brazo, cuello, mandíbula, espalda o boca del estómago, además de sudor frío.
En las mujeres, los síntomas pueden ser más sutiles y suelen ser difíciles de identificar. En ellas, las señales de un infarto pueden ser debilidad, fatiga, malestar corporal y síntomas parecidos a una gripe.
Sobreviviendo…
¿Qué causó su infarto? Aunque los médicos no pueden determinar una causa, asocian su episodio a un nivel muy alto de estrés que mantuvo durante años; ella era una alta ejecutiva en una empresa de entretenimiento que le requería supervisar proyectos, viajar por el mundo y trabajar largos horarios diarios.
Mary es una persona afortunada que logró vivir para contar su historia, pero ha sufrido las consecuencias, tanto del infarto como de haber dejado pasar el tiempo sin acudir a emergencias de inmediato. Su corazón sufrió tantos daños que los médicos debieron implantarle un marcapasos que regula sus latidos y un desfibrilador que produce una descarga eléctrica que ‘para’ el corazón en caso de que se acelere demasiado.
“El desfibrilador me ha salvado la vida en muchas ocasiones: desayunando, paseando al perro, de viaje en otro país. Aunque no me gusta recibir un ‘shock’, me hace sentir segura”, cuenta y describe la sensación como recibir una patada de caballo en el pecho. Es tan fuerte que al producirse la tumba al suelo.
Además, Mary ha tenido que someterse a seis operaciones en los últimos ocho años y su corazón actualmente funciona solamente al 25% de su capacidad. A futuro es muy probable que sea necesario recibir un trasplante de corazón.
UNIDOS POR EL CORAZÓN
El American Heart Association organiza su caminata anual y maratón de 5 kilómetros ‘The Austin Heart Walk’, que se efectuará el sábado 17 de octubre, a las 9am., saliendo desde The Long Center for the Performing Arts, ubicado en el 701 W. Riverside Dr., en Austin (TX 78704). Registrarse tiene un costo de $40 para maratonistas y cualquier persona puede participar caminando sin costo, pero se les invita a donar fondos. Todo el dinero obtenido va dirigido a programas de prevención, educación, alimentación y tratamientos de American Heart Association.
El gran reto
Otra de las complicaciones que le causó su infarto fue el impedirle embarazarse. Para ella fue muy difícil, pero para su esposo también. Mary Mandel y Jaime Delgado estaban recién casados cuando ella sufrió su ataque cardíaco y cuando supieron que no podrían tener un hijo de la forma natural.
“Jaime es mexicano y es muy familiar; desde el principio me apoyó y nunca me dejó pensar que había algo malo en mí, me decía que era perfecta y que siempre estaría a mi lado. Y así lo ha hecho”.
Cuando el amor es verdadero no existen obstáculos que no puedan vencerse. Hace cuatro años lograron tener a su hijo Drake a través de una madre subrogada (vientre en alquiler).
“Somos una pareja más fuerte por todo lo que hemos superado. Me considero afortunada”.
Otra vida
A ella siempre le han gustado los deportes, pero ya no puede practicar submarinismo, tenis o maratones como acostumbraba. Ahora practica yoga, Pilates y caminatas, ya que son actividades que no aceleran su ritmo cardíaco.
Para disminuir el estrés en su vida renunció a su trabajo y aprendió técnicas de meditación. De hecho, hoy en día es instructora de yoga y meditación. Para cuidarse, cambió su dieta y es vegetariana.
Pero su vida también ha cambiado de forma positiva. “Al principio tenía mucho temor, pero encontré una forma de vivir sin miedo. No me moría por una razón, cuando sea mi momento llegará y vivir con miedo no me ayudará a impedirlo. Prefiero vivir feliz y agradecida, aprovechando cada día”.
Otro cambio importante en su vida fue vincularse a American Heart Association, organización de la que se ha convertido en vocera y promotora. “Quiero contar mi historia para que otros sepan que le puede pasar a cualquiera”.