Los accidentes ocurren, pero cuando nuestro teléfono celular está implicado parece que el mundo se detiene. La tecnología nos ha hecho la vida más fácil en muchos sentidos: no necesitamos aprendernos ningún número y una vez que configuramos nuestro correo electrónico a los dispositivos personales hasta olvidamos las contraseñas de las cuentas.

Por eso, la sola idea de perder nuestro móvil nos hace sentir aislados e indefensos. Varios accidentes con el celular tienen un factor común: el agua. Ya sea que se mojó durante la lluvia; cayó en una alberca, recipiente con agua o inodoro; hasta el descuido de meterlo a la lavadora, la humedad puede hacer que el equipo se apague y creemos que ha ‘muerto’. Pero no es necesariamente cierto. A continuación una serie de pasos recomendados por Wikihow para intentar darle primeros auxilios al teléfono y evitar que se ahogue.

1 Al rescate. Saca el móvil del agua tan pronto puedas. Los orificios de los audífonos, del micrófono y el cable USB de los celulares, aunque son pequeños y tienen cierta preparación para impedir que entre el agua, pueden permitir el paso del agua al interior del celular en cuestión de segundos.

2 Sin corto. Si el teléfono sigue encendido, apágalo. Si estaba apagado, no lo enciendas, ya que podrías provocar un cortocircuito. Si ha estado en el agua, ten en cuenta que es necesario secarlo de inmediato, esté o no funcionando. Si el teléfono se estaba cargando al caer en el agua, contacta a un técnico en electricidad antes de desconectarlo, podrías provocar un cortocircuito en todo tu sistema eléctrico.

3 Sin batería. El agua y la electricidad no son compatibles y tu batería tiene electricidad. Es imprescindible que de inmediato extraigas la batería y la dejes secar sobre papel absorbente. En el equipo, revisa las esquinas del espacio que suele ocupar la batería; ahí encontrarás un cuadrito o circulo blanco (a tiene líneas rojas). Si éste se ve totalmente rojo, tu teléfono posiblemente no sobreviva.

4 Protege tus datos. Mucha de la información de tu celular puede estar respaldada en la tarjeta SIM (en caso de que la use). Extráela lo más pronto posible, muchas veces esa información vale más que cualquier teléfono (sobre todo si tienes contactos de clientes, etc.).

5 Repelente. El alcohol puede hacer que el agua salga de pequeños lugares donde se ha depositado. Pon el teléfono boca abajo en un recipiente con alcohol. Si el teléfono cayo en agua salada, elimina la sal con agua dulce antes de aplicar el alcohol.

6 Sécalo. Primero usa un papel absorbente, servilleta, paño o pañuelo. Hazlo delicadamente, evita agitar el teléfono excesivamente. Puedes luego usar una aspiradora para intentar succionar el líquido que se deposita en las ranuras, pero no la pongas demasiado cerca ya que creas estática que afecta el equipo. Nunca uses una secadora de pelo (ni siquiera en modo frío).

7 Batería nueva. Si el teléfono no enciende, intenta conectarlo al cargador sin la batería. Si parece funcionar así, es hora de cambiar tu batería.

8 prueba. Lo más recomendable es esperar 24 horas desde el momento en el que el teléfono se mojó hasta que lo enciendas de nuevo. Si aparentemente sigue mojado, no intentes encenderlo. SI parece seco, puedes armarlo y encenderlo a ver si funciona.

9 Sin una gota. Existen productos que absorben el agua y te ayudarán en esta situación; el arroz crudo es uno de ellos. En una bolsa o recipiente hermético, cubre el teléfono con arroz, cierra y déjalo secar durante al menos 12 horas. Haz lo mismo con la batería. Algunos experimentos sugieren que la arena de gatos, hojuelas de avena y gel de sílice funcionan incluso mejor que el arroz.

29% de los usuarios de celulares han derramado una bebida sobre el equipo.

75% de los adultos en Estados Unidos admiten llevar su teléfono al baño, lo que incrementa la posibilidad de un accidente mojado.

850 mil teléfonos se dañan sin reparo cada año por caer en el inodoro.

1 de cada cuatro personas que moja su teléfono es mujer.