Sus llaves de sumisión son su ‘arma’ más fuerte y el motivo de su gran capacidad para noquear a sus rivales en poco tiempo. Esos dos factores convirtieron a Ronda Rousey en una rival invencible. Pero el pasado 14 de noviembre, Holly Holm dio la mayor sorpresa en la historia de la UFC al vencer a la temible ‘fighter’ que antes jamás perdió un asalto.

Desde el pesaje, Holm advirtió al mundo que no sería una rival fácil para Rousey, al agredirla lanzándole el brazo a la cara. Ya en la pelea, a Holm le tomó dos rounds vencer a la favorita de todos. Ese segundo round fue una paliza unilateral: tras un furibundo derechazo, Ronda perdió el equilibrio y antes de poder incorporarse recibió una violenta y bien conectada patada en la cabeza que la hizo caer pesadamente a la lona, de cara, siendo ‘rematada’ con dos puñetazos (que pudieron ser tres si el referee no intervenía).

Tan brutal fueron esos segundos que Ronda tuvo que ser llevada de emergencia a un hospital de Melbourne, como medida preventiva tras los reiterados golpes a la cabeza que recibió.

La victoria de Holm es merecida y más valiosa aún si recordamos que la Web Business Insider nombró a Round Rousey ‘the most dominant athlete alive’ de este 2015 y que antes de su pelea con la chica de New Mexico, Ronda tenía el récord de doce victorias consecutivas en MMA y seis en la UFC. Estaba invicta.

Holm confía tanto en su capacidad y en la justicia de su título mundial de Peso Gallo de la UFC que ya anunció una próxima revancha. Esa pelea es motivo de gran expectativa entre los seguidores de esta disciplina.