El Gobernador de Texas, Greg Abbott, exigió a los alguaciles de todo el estado que contribuyan con el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) para reportar a cualquier inmigrante sin estatus legal que sea detenido incluso por pequeñas infracciones de tránsito.

Alguaciles, jefes de policías y funcionarios de seguridad, entre ellos se negaron a acatar tal orden y Abbott tomó cartas en el asunto: el Gobernador amenaza con recortar presupuesto a los alguaciles de las ‘ciudades santuarios’ que no colaboren con el ICE. Hasta $250 millones menos recibirán quienes desacaten su mandato.

El ICE solicita a las cárceles de los condados el mantener detenidos hasta por 48 horas a los inmigrantes indocumentados que cumplan sus sentencias a fin de que las autoridades federales pueden pasar por ellos y tomar custodia de los mismos para procesarlos y deportarlos.