Tras años de acusaciones de corrupción, a la FIFA le llegó el turno de responder y la justicia estadounidense está decidida a terminar con ese halo de impunidad que nace desde la institución que condiciona gobiernos y evade impuestos a nivel mundial. Siete ejecutivos de la FIFA fueron detenidos por la policía suiza, luego de ser acusados por casos de corrupción por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, que solicitó la captura de estos dirigentes, entre los cuales se encuentran cinco latinoamericanos.

Los directivos de FIFA arrestados en Suiza son: Eugenio Figueredo (Uruguay), Jose M. Marín (Brasil), Rafael Esquivel (Venezuela) Eduardo Li (Costa Rica), Julio Rocha (Nicaragua), Jack Warner (Concacaf) y Jeffrey Webb (Concacaf). Todos estarían implicados en el cobro de sobornos que ascienden a más de 150 millones de dólares. La Copa América Estados Unidos 2016 (torneo excepcional que servirá para conmemorar el centenario del campeonato de selecciones más antiguo del mundo) habría servido para repartirse 110 millones de dólares más.

James B. Comey, director del FBI fue contundente respecto de los cargos imputados a los acusados: “Los detenidos utilizaron sus posiciones de confianza para solicitar sobornos a cambio de los derechos comerciales, y lo hicieron una y otra vez, año tras año, torneo tras torneo”. Los derechos comerciales a los que se refiere Comey son televisivos y de marketing.

La acusación del FBI es respaldada por Loretta E. Lynch, fiscal general del país, quien precisó que los dirigentes FIFA acusados planearon parte de sus actividades delictivas en reuniones celebradas en territorio estadounidense, además que utilizaron el sistema bancario nacional para distribuir los sobornos recibidos.

A pesar de los arrestos de varios dirigentes FIFA de primer nivel, Joseph Blatter no dará un paso al costado en su candidatura para la reelección como presidente de la FIFA, institución que está bajo escrutinio de casi todos los países que albergan federaciones asociadas.