Antes del año 2011, la importación definitiva de un auto a México (proceso conocido como legalización), era un trámite bastante sencillo. En apenas unos días y pagando unos pocos dólares se podía tener uno o varios carros, comprados en Estados Unidos, transitando en territorio mexicano legalmente.

Pero hoy en día no es así. Algunos paisanos han presentado demoras de meses; algunos aún no tienen respuesta y todo tiene una razón.

¿Qué cambio?

En algún punto, en México más de la mitad de los autos que circulaban en las calles eran importados (comprados en Estados Unidos), lo que afectó los ingresos de la industria automotriz de ese país. Por ende, ésta hizo presión y las autoridades federales cedieron, aumentando las regulaciones y exigencias.

El decreto por el que se regula la importación definitiva de vehículos usados fue modificado y ahora un auto usado, de entre 8 y 9 años de antigüedad, debe pagar un arancel del 50% correspondiente a su valor comercial. El resto de los autos no podían ser importados. Apegarse a este reglamento hizo de la importación de un auto usado algo básicamente absurdo e ilógico, por no decir imposible. Por eso, personas físicas y morales solicitaron amparos judiciales para poder importar bajo esas figuras jurídicas.

La gran demora

Jeannie Bolaños, directora de Gestoría Bolaños y Asociados, explica que eso comenzó a demorar más los procesos y hacerlos un poco más costosos. La razón principal está en que al hacer un pedimento, por ir contra lo establecido en el decreto oficial mexicano, el sistema marca un error y se debe hacer un paso llamado justificación, armando un expediente con los documentos de la importación y estos deben ser procesados por el amparo para poder avanzar.

Bolaños también cuenta que, desde finales del 2014, decenas de amparos fueron suspendidos, por lo que apenas unos pocos procesan las miles de solicitudes que se hacen, demorando aún más el proceso.

A esto se suma que los pedimentos que se procesan por el amparo se escogen de forma aleatoria. En otras palabras, una solicitud pendiente desde enero puede quedar en espera frente a una introducida hace una semana, porque se escogen al azar y esto no depende del agente aduanal, sino del amparo.

¿Pero se puede?

Sí, importar un auto comprado y ensamblado en Estados Unidos, México o Canadá es posible. Se requiere cumplir con ciertos requisitos. Además, debe saber que es un proceso sin tiempo estimado. Mientras no se aprueben nuevos amparos o se modifique el decreto en México, las esperas pueden ser largas, incluso de meses.

¿Cómo se importa?

1. Su vehículo debe ser del 2011 o más antiguo para hacer un trámite bajo amparo. El número de serie debe iniciar con 1, 2, 3, 4 ó 5; además debe pasar una inspección de rigor para verificar que el auto está en buen funcionamiento. Su carro no debe aparecer robado ni siniestrado en su historial, o no podrá ser importado.

2. Por ley debes contratar los servicios de un agente aduanal autorizado. El agente aduanal autorizado pertenece a una Asociación como la CLAA (Confederación Latinoamericana de Agentes Aduanales) y la CAAAREM (Confederación de Asociaciones de Agentes Aduanales de la República Mexicana). Gestoría Bolaños y Asociados es el único agente aduanal autorizado en Austin. Otros servicios simplemente cumplen el rol de intermediario.

3. Una vez que el agente aduanal le ha dado una cotización y le explica el proceso a detalle, se hace un contrato y el pago de honorarios. En ese momento usted debe consignar: título original de propiedad (puede estar a nombre del importador o endosado a su favor) y una identificación oficial mexicana (pasaporte, matrícula consular, cartilla militar o credencial de elector). También se deben tomar fotografías del vehículo. No necesita documentos de estatus migratorio.

4. El agente aduanal le ‘da de baja’ al título del auto, elabora el pedimento, que debe justificarse, validarse y cancelar los impuestos y pagos correspondientes ante aduana. También se debe modular. Hay dos tipos de trámites; si el suyo es PRESENCIAL, el agente aduanal le dará una ficha de despacho para que se traslade hasta la aduana para la inspección y debe volver con el pedimento sellado a la oficina de su agente aduanal para que éste le emita una factura de la comercializadora con la que se está haciendo la importación. Si su trámite es VIRTUAL, la inspección se hace a través de fotografías y una vez que está listo, simplemente le llamarán para entregarle el trámite sellado y unos días más tarde la factura de la comercializadora.

5. Se traslada a México y debe registrar su auto en México y obtener placas legales. Cuanto antes mejor y así no corre el riesgo de que nuevas modificaciones de los reglamentos le afecten en su documentación.

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¿Me conviene virtual?

Los trámites virtuales suelen demorar más que los presenciales, pero son escogidos por dos razones: 1) El vehículo NO PUEDE viajar a la frontera para la inspección de aduana. 2) Personas que se llevaron el auto a México con permiso temporal y ya se venció, por lo que no puede circular en su país. También hay casos de carros que quedaron detenidos en otras fronteras donde no hay amparos y por lo tanto no pueden circular legalmente hacia donde sí hay.

La excepción

Los únicos carros que pueden ser importados sin demoras son aquellos que no requieren el amparo. Es decir, que deben ser del año 2006 ó 2007 y el importador (dueño) pagará el 50% del valor comercial de su carro como arancel o advalorem (conocido como IGI), además del resto de impuestos y cobros solicitados por aduana y más honorarios de su agente aduanal. La única forma de evitar pagar el IGI y no requerir el amparo es presentando un certificado de origen emitido por la compañía ensambladora. En estos casos, la importación se tramita entre 3 y 4 días hábiles.