Desde que se autodenominara ‘King James’, rey de la NBA, LeBron James tiene una lucha personal por ser el mejor jugador de la liga de básquet más importante del planeta. Lograr ese objetivo lo ha convertido también en uno de los jugadores más antipáticos de la NBA.

El odio hacia LeBron James es uno de los temas favoritos de análisis entre los expertos y aficionados de la NBA. Si uno escribe en Google ‘why everybody hates LeBron’, el buscador presenta 380 mil resultados en 0.54 segundos. Es más, existe la página www.IHateLebronJames.com que vende playeras con inscripciones contra la estrella de los Cavaliers.

Pero no sólo fanáticos o periodistas deportivos se dedican a analizar el odio por ‘The Chosen One’. En un artículo publicado en la revista Forbes en el 2012, el periodista Monte Burke se preguntaba “¿Por qué todos odiamos a LeBron James?” y apuntaba cuatro razones básicas: a) Se debió quedar en Cleveland, el equipo de su ciudad natal, y no huir a los Miami Heaten, un equipo diseñado para ganar un anillo de campeón “fácil”. b) Nunca ha ganado un campeonato. c) Su estilo de juego no es suficientemente atrevido; y d) Gana demasiado dinero.

Las razones ‘a’, ‘b’ y ‘c’ han dejado de tener sentido, ya que LeBron ganó dos campeonatos, en el 2012 y el 2013 con los Miami Heat. En el 2014 decidió volver a jugar por Cleveland y si alguien cree que LeBron James aún no es ‘atrevido’, bueno… Respecto de la razón ‘d’, recordemos que estamos hablando de la NBA, una liga en la que el sueldo promedio es de $4.9 millones al año y LeBron factura $64.6 millones entre salario y auspicios.

Quizá la razón más importante por la que mucha gente odia a LeBron es porque es uno de los jugadores más dominantes de la NBA. Capaz de lo peor y de lo mejor. Codazos antideportivos y puntos decisivos en los últimos segundos de un juego. Esto último lo reivindica siempre. AGENCIAS