A&F en problemas


3/19/2015, midnight
A&F en problemas

Abercrombie and Fitch (A&F) es una de las marcas más conocidas entre los jóvenes en este país. Sus empleados suelen tener la apariencia de modelos, sus publicidades muestran cuerpos semidesnudos y sus tiendas (en las que se atiende con escasas luces) están casi siempre llenas. Pero no todo es belleza.

EL DATO:

La política de A&F indica que los empleados deben tener una figura esbelta, usar ropa ajustada y no pueden usar prendas negras. Las mujeres, además, deben llevar pelo largo, su maquillaje debe ser natural y no pueden tener esmalte en las uñas.

Samantha Elauf es una adolescente que buscaba trabajo en una tienda en Tulsa (Oklahoma) en el 2008, pero –dice–fue rechazada porque su velo islámico (hijab) iba en contra del código de vestimenta de la compañía. A&F cuestiona la acusación de Elauf y si bien reconoce que no fue contratada por llevar el velo, argumenta que la adolescente no pidió específicamente ser eximida del código de vestuario por su religión.

Esta no es la primera vez que A&F es acusada de discriminación. Hace más de una década, varios postulantes a puestos de trabajo hispanos, afroamericanos y asiáticos demandaron a la tienda de ropa con el argumento de que habían sido relegados a puestos poco visibles en los depósitos de las tiendas. A&F pagó una millonaria compensación y acordó ampliar la diversidad para incluir a más personas no blancas en sus tiendas, comerciales y catálogos.

Ahora, el caso de Samantha Elauf enfrenta a grupos religiosos con entidades comerciales y tiene el potencial de sentar un precedente sobre los derechos laborales en este país. La Corte Suprema de EU está en proceso de decidir si la marca discriminó contra la adolescente musulmana. AGENCIAS

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