Asus 18 años, Pascual Calleja Ramírez sabe que cuando trabajas arduamente por algo y lo haces siempre apegándote a lo correcto, la suerte puede estar de tu lado. Él nació en Querétaro, pero siendo muy pequeño su familia se mudó a este país. Aquí aprendió inglés y fue a la escuela, graduándose con honores.

“Mis padres me trajeron para tener un mejor futuro. Son personas trabajadoras que nunca le han hecho mal a nadie”, dice, pero él sabía que no sería fácil como indocumentado. Sin embargo, él está acogido por la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), una medida migratoria que le da acceso a un permiso de trabajo y permanecer legalmente dentro del país. “Es un gran alivio poder salir a estudiar y trabajar sin temor de ser deportados”.

Pero su camino no ha terminado. Pascual espera poder estudiar leyes en la universidad, lo que sería su primer paso para cumplir un sueño a futuro: ser congresista de EU.

Al igual que Pascual, más de 570 mil jóvenes de origen mexicano se han amparado bajo DACA en los últimos tres años. Al cumplirse un aniversario más de esta medida migratoria, el Consulado de México en San Antonio, encabezado por su cónsul José Antonio Larios, celebró que este beneficio se mantiene vigente y motiva a la comunidad que reúne los requisitos a seguir aplicando para DACA, ya que se estima que la mitad de los elegibles aún no han aplicado.

Junto a los abogados Marisa Baldera, Rolando Gutiérrez, miembros de la organización Raíces y varios jóvenes ‘soñadores’, invitan a la comunidad a buscar ayuda si no saben cómo. “Cada año, unos 50 mil jóvenes tienen la posibilidad de aplicar a DACA al cumplir los 15 años; nuestro objetivo es llegar a quienes todavía no han aplicado para que se beneficien de la oportunidades que ésta traerá a sus vidas”, dijo el cónsul y anunció que tanto en el Consulado, como en los operativos móviles, tienen personal dispuesto a brindar asesoría.