En ocasiones, nos gusta más recibir que dar a nuestro prójimo. Muchas veces tenemos la oportunidad de donar y ayudar a los demás, pero no vemos la manera, ni hacemos el esfuerzo por cambiar la vida de las personas.

Pero los adultos podemos aprender de un niño lo fácil que puede ser dar a los demás, sin esperar nada a cambio. Hannah Ferguson, una niña de 11 años, es uno de esos pequeños ejemplos en San Antonio. A Hannah se le ocurrió la idea de ayudar a niños migrantes, ya que es consciente que en muchas familias que vienen de otros países puede resultar difícil comprar útiles escolares, ropa, zapatos y en ocasiones hasta comida.

Para aportar un poco a la mitigación de esta realidad, la estudiante de sexto grado lanzó la campaña ‘My Backpack Friends’. Hannah siempre ha sido una niña muy especial, realizando sus propios videos sobre sus amistades y proyectos. Una idea que le surgió es regalar una mochila a esos niños migrantes que han venido de Centroamérica, como una manera de ayudarlos y hacerlos sentir que alguien los quiere y piensa en ellos.

Para conseguir las mochilas, Hannah pidió la colaboración de sus compañeros de clase, quienes se unieron a la causa. Además, vendió donas para comprar útiles escolares. Desde el 21 de junio estarán visitando refugios y organizaciones donde están los niños y niñas que necesitan ayuda, pero ese recorrido no sólo incluye Estados Unidos, sino también México y Centroamérica.

“Gracias a otras donaciones, pudimos adquirir una van y pronto estaremos recorriendo otros estados y países para llevar esta iniciativa. Por eso, necesitamos ayuda para seguir colectando mochilas y útiles escolares, además de zapatos y ropa en buenas condiciones para niños de 3 a 8 años”, dice Elizabeth Avelar, tía de Hannah y cómplice en esta aventura.

Para información de la organización y hacer sus donativos, visite www.mybackpackfriends.com.