Después del intempestivo fin de semana del ‘Memorial Day’, fecha que definitivamente dejó huella en el estado, varias áreas del Centro de Texas y alrededores han sido declaradas como zonas de desastre; entre ellas San Marcos y Wimberley.

El pasado domingo 31 de mayo, los equipos de emergencia de desastre del Salvation Army de San Marcos estuvieron trabajando en estrecha colaboración con socios locales de la Multi-Agencia de Centros de Recursos (MARC) en San Marcos.

Junto con el aporte de la Cruz Roja y organizaciones como Disaster Relief Texas Baptist Men, Texas WIC, St. Johns Catholic Churh, el banco de comida del condado de Hays y el Departamento de Policía de San Marcos; estuvieron proporcionando asistencia a las personas que fueron afectadas por las inundaciones y han sido desplazadas de sus hogares.

“Yo desperté, el domingo 28 de mayo, alrededor de las 4:31am. porque sentí el agua en mi cama. Tenía sólo 1% de batería en mi teléfono, lo primero que hice fue llamar al 911. Unos 45 minutos después tuvieron que rescatarme junto a mi hijo de 6 años, por la ventana de mi sala en un bote”, comenta con voz quebrantada Amy Migliavacca, quien perdió todos sus objetos de valor en la tormenta

Desde las 8am. camiones y vehículos repletos de víveres llegaron a la Iglesia Católica Evangelista St. John en San Marcos, al igual que la cocina móvil del Salvation Army, lista para alimentar a cientos de afectados que se encontraban en espera de recibir asistencia. Así como Amy, muchos perdieron sus pertenencias en las corrientes de agua. En los días previos a llegar a la iglesia, Amy no contaba con ningún cambio de ropa o alimento para su hijo.

“Estamos ofreciendo comida. hidratación, ‘kits’ de limpieza, pañales y leche. También productos de higiene personal y ropa”, comentó durante el operativo el capitán Román Leal, coordinador de alimentos de Salvation Army. La línea de espera era interminable, las secuelas del desastre natural eran eminentes.

La Cruz Roja estuvo presente con unos 60 voluntarios y 20 trabajadores sociales, registrando beneficiarios que iban llegando, obtenido su información para así llenar la forma con la cual los trabajadores sociales determinaban qué tipo de asistencia la persona requeriría, dependiendo de su situación. Una vez que un caso estaba abierto la persona podía recibir ayuda de otras agencias: medicina, restauración o reconstrucción de su hogar, documentos, asistencia de pagos para vivienda y asistencia psicológica son algunos de los servicios facilitados.

“Aquí todas las agencias son compañeras; en tiempos de desastre nos unimos con Salvation Army. No somos competencia, nuestra prioridad es servir a los afectados”, destacó Mike Wadino, supervisor de Bienestar de la Cruz Roja.

Y así como la Cruz Roja unió sus fuerzas con otras agencias, personas como la familia McCormick se unieron a la causa.

“Nosotros vivimos en Kyle; unas personas pusieron en su Facebook que estarían necesitando mucha ayuda, así que pensé que sería una buena oportunidad para que mis hijos hicieran voluntariado por una buena causa y pudieran ayudar a otros en necesidad”, cuenta Dough McCormick, voluntario del Banco de Comida del condado Hays, quien asistió junto a los otro cuatro miembros de su familia y entregaron agua, pan y fruta.

“La meta aquí es lograr que todos puedan regresar a su vida normal. La ciudad de Martindale no fue considerada una zona de desastre, aunque también fue muy afectada, nosotros queremos llegar a esos lugares también, pero necesitamos la ayuda de todos para poder servir a esa área y otras más”, comentó Christina Vehar, miembro de Catholic Charities Central Texas.