Poesía zapateada


6/4/2015, midnight
Poesía zapateada

Derivado de la música prehispánica, de repertorios de negros y mulatos, y de fandangos y seguidilla españolas, nació en México el son huapango hace un par de siglos atrás y se arraigó como parte de la identidad mexicana.

Celebrar estas raíces es uno de los objetivos del artista Raúl Orduña y el docente e investigador Alex Chávez, fundadores de la organización Huapango Sin Fronteras, que promueve el festival con el mismo nombre para dar a conocer este género musical, que destaca por sus poéticas letras, melodías y zapateado.

El pasado 30 de mayo el público local pudo disfrutar de la cultura huasteca, pero un día antes los organizadores ofrecieron una conferencia para educar sobre la historia del huapango.

Alex Chávez destacó que el grabaron un disco junto al Instituto Smithsonion y esperan poder lanzarlo pronto para promover esta tradición mexicana.

El son huasteco de Los Trineros de Hidalgo y luego Guillermo Velásquez y Los Leones de la Sierra de Xichú, deleitaron al público con su talento.

Los Huapangueros de Río Verde; Erupción Hidalguense; Dimensión Hidalguense; Tulipán González; Javier Rodríguez y Los Trovadores, además de Carmelo Segura y sus Huapangueros de la Sierra, participaron en el festival.

Y porque hay que dar honores a quien los merece, Huapango Sin Fronteras rindió un homenaje a Don Pedro Sauceda, reconocido por su talento y pasión por el huapango huasteco y arribeño.

“Me encanta todo lo folclórico, me gusta que mis hijos conozcan la cultura… la comida muy sabrosa, todo ha sido muy agradable a pesar de la lluvia”, dijo Jesús Torres mientras disfrutaba con su familia.

Y es que ni el mal tiempo, ni la lluvia, fueron impedimento alguno para que se llevara a cabo el festival en la Plaza R3, donde las ricos antojitos mexicanos estuvieron a la orden del día.

El evento concluyo a las 2am. cerrando con la muy esperada ‘topada’ , el duelo de titanes entre músicos huapangueros, que al ser escuchado el rasgueo de las guitarras y el sonar de los violines el combate se tornó verdaderamente poético.

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