Furia al volante
La violencia derivada del estrés provocado por el tráfico se ha vuelto una conducta común
Angela M. Angulo | 7/30/2015, midnight
El infortunio hizo que Robert Doyle (51) se cruce –literalmente– en el camino de los González, una pareja de esposos que sufrió las consecuencias de una mala decisión. Resulta que mister Doyle conducía su coche por las calles de Tampa (Florida). Con él viajaba su esposa. En otro coche iban Candelario González (44), su esposa, su hija de 8 años y un nieto de 7. Ambos conductores tuvieron una discusión en una de las calles de esa ciudad. El motivo fue un supuesto cruce de carril agresivo de mister Doyle. Como en las películas de terror, el señor González decide seguirlo, si es necesario hasta su casa, para anotar la dirección de su domicilio y presentar una denuncia.
Para desgracia de los González, mister Doyle hecho mano de su arma y de su derecho a la defensa propia, ya que consideró que la persecución fue una agresión mayor a la que él habría cometido. Fueron cinco balazos los que Doyle le encajó al señor González, quitándole la vida delante de su familia.
Todo quedó grabado en el sistema del 9-1-1, al que llamaron los dos conductores. Las grabaciones demuestran que Doyle denunciaba ‘persecución por parte de un maniático’ y los González lo acusaban de ‘manejar como idiota’.
Está grabado el momento en que mister Doyle advierte que tiene un arma y que está dispuesto a utilizarla. Y sorprende que los González hayan insistido en perseguirlo, sin saber que portaba una pistola, a pesar de tener a dos menores de edad en el coche. Éste es un caso más de furia al volante, tan común en estos tiempos en todas las calles del país. Esta conducta se demuestra con el uso de la bocina, obviando el uso de las luces direccionales, la conducta agresiva, el no ceder el paso y la histeria con la que conducen muchos conductores.
Robert Doyle tiene permiso para portar armas que no estén a la vista, pero aún así fue detenido e imputado con un cargo de homicidio en segundo grado y tres cargos de asalto por haber sacado del coche a la esposa del señor González y a los niños. Salió de la cárcel bajo fianza de $60 mil.
Los atascos en el tráfico son una de las causas de estrés al volante que pueden degenerar en conductas agresivas. Los expertos aconsejan no dejarse provocar por conductores agresivos ni devolver los insultos; en cambio, aconsejan lo siguiente: Mantener la calma; no caer en provocaciones ni devolver gestos obscenos; mirar hacia otro lado o evitar el contacto visual con un conductor agresivo; bloquear las puertas del coche; denunciar comportamientos agresivos a los guardias de tráfico; en caso de ser perseguidos, no manejar hacia la casa sino acudir a una estación de policía o un establecimiento público.