Algunos bares en Texas ofrecen licores costosos en sus cartas pero lo que sirven en los vasos está lejos de ser lo que el consumidor cree. La Comisión de Bebidas Alcohólicas de Texas (TABC) lo comprobó en una reciente investigación encubierta enviando a sus agentes a diferentes ciudades del Estado. Las autoridades ordenaban un trago puro y con discreción lo pasaban a un contenedor que luego analizaron en un laboratorio, descubriendo que el ‘shot’ no coincidía con la fórmula química registrada en la marca de licor que habían solicitado.

EL MUNDO Newspaper entrevistó al supervisor de análisis de la TABC, José Pineda, quien declaró que 21 de 68 establecimientos investigados a lo largo del Estado incurrieron en la distribución de bebidas alcohólicas adulteradas. Ninguno de estos comercios está en Austin y apenas uno en San Antonio. La mayor parte de ellos están ubicados en Dallas, Fort Worth, Houston y El Paso.

El funcionario también explicó que en la mayoría de los casos de adulteración se hará una severa advertencia para no incurrir en esa práctica, sin embargo se hará un seguimiento de la infracción. Los negocios reincidentes podrían enfrentar multas o el revocamiento de las licencias para vender bebidas alcohólicas. “No queremos cerrar negocios, sólo buscamos proteger al consumidor”, dice el agente Pineda y advierte que todas las muestras que consiguió el TABC están siendo analizadas por organismos federales para determinar si los productos que se estaban usando son peligrosos para la salud de las personas.

Esta investigación responde a quejas y denuncias efectuadas por consumidores a través del correo electrónico complaints@tabc.texas.gov y los teléfonos locales. Si vive en Austin y tiene una queja o denuncia, puede llamar al (512) 451-0231. No tiene que dar su nombre pero sí el del negocio.