Chantaje en línea
Cientos de personas en Estados Unidos caen víctimas de este delito
REDACCION EL MUNDO | 7/16/2015, midnight
La llaman ‘sextorsión’ y las principales víctimas son niñas desde los 9 años hasta adolescentes de 17. Pero también hombres y mujeres adultos. La popularidad de este delito ha provocado que el Buró Federal de Investigaciones (FBI) realice una campaña para prevenir el chantaje sexual junto con el Centro Nacional de Niños Explotados y Desaparecidos (NCMEC).
El chantaje sexual (o ‘sextorsión’) es un acto criminal que se produce cuando bajo la amenaza de distribuir imágenes o material sexual pretenden obligar a otra persona a realizar algo en contra de su voluntad. A través de las redes sociales, el extorsionador contacta a sus víctimas haciéndose pasar por otra persona y luego de embaucarlas las induce a que posen para captar imágenes o videos de desnudos sin su consentimiento para después amenazarlas con enviar el material a sus familiares o distribuirlas en Internet.
‘SEXTORSIÓN’. Es una forma de explotación sexual por la cual una persona es chantajeada con una imagen o vídeo de sí misma, desnuda o realizando actos sexuales, que ha sido previamente compartida mediante ‘sexting’.
Según el FBI, de octubre del 2013 a noviembre del 2014 recibieron 310 reportes de menores de edad que estaban siendo chantajeados de esta forma. El 76% de las víctimas son mujeres de los 9 a los 17 años de edad y el 11% son varones de los 12 a los 17 años.
Este es un problema que está creciendo: sólo en Estados Unidos se han reportado 350 víctimas. Los extorsionadores casi nunca piden dinero a cambio de no publicar las fotos, sino para tener sexo con las víctimas o seguir obteniendo material que luego es publicado en sitios que son visitados por pedófilos.
Las autoridades sugieren que los padres y madres de familia deben tener comunicación abierta con los hijos sobre los peligros de publicar fotos; además de entender la situación de sus hijos cuando son hostigados. Tampoco es bueno avergonzarlos, todo lo contrario, se debe apoyarlos y reportar el abuso y la extorsión con las autoridades.
El daño emocional que causan los extorsionadores es terrible, porque hay víctimas que nunca se recuperan del trauma. Converse con sus hijos. Hágales entender que no deben enviar fotografías ni tener conversaciones con extraños en las redes sociales.