Venezuela es mundialmente conocida por tres cosas: El petróleo, su actividad económica primaria; sus mujeres, ostentando el récord de más coronas de belleza a nivel mundial; y por el béisbol, contando con numerosos jugadores en ligas internacionales y el salón de la fama.

Es precisamente por ‘la pelota’ que el nombre de Armando Galarraga es conocido. El lanzador, que ha jugado con los Texas Ranger, Colorado Rockies y hasta los Pericos de Puebla, es mundialmente recordado por haber logrado un juego casi perfecto: 27 ‘outs’ en 8 entradas y apenas una carrera marcada por los contrarios en una jugada tan cerrada que aún hoy en día se considera un “error” del ‘umpire’.

Desde hace unos cinco años el jugador está radicado en el Centro de Texas y es aquí donde quiere dejar un nuevo legado: la Academia Galarraga, un centro de aprendizaje deportivo donde chicos y grandes podrán aprender más sobre este deporte.

Pero mientras se negocia el terreno, los permisos y todo el proceso de creación de la academia, Galarraga está decidido a compartir todo lo que ha aprendido a lo largo de 22 años como ‘pelotero’ y este verano lo hace con un ‘mini camp’ para niños entre 7 y 15 años de edad.

Los padres pueden registrar a sus hijos para que participen en clases y prácticas del 10 al 16 de agosto en Round Rock. Ellos aprenderán con el ‘método Galarraga’. “Desde hace unos años tengo una compañía de fotografía y videos; mezclando estas dos pasiones descubrí que la tecnología le aporta mucho al entrenamiento porque puedes ver qué estás haciendo y cómo, para mejorar tu posición. En el béisbol, la mecánica del cuerpo es lo principal”, dice el lanzador.

Galarraga explica que quienes participen tendrán una semana de entrenamiento directo con él, recibirán un uniforme, hidratación, bocadillos, fotos y videos de su entrenamiento y podrán compartir en directo con otras estrellas de este deporte que serán invitados especiales a las prácticas.

Para él, es importante que los chicos prueben diferentes disciplinas deportivas mientras crecen, para que descubran si sienten pasión por alguna de ellas. Además, señala que este tipo de actividades son positivas para el crecimiento saludable de los niños y les ayuda a desarrollar sus habilidades sociales.