Joe Stapleton y Jim Cato (foto), una pareja del condado Hood (norte de Texas), demandó a la Secretaría del Condado por negarse a casarlos. La excusa fue que debían esperar al menos tres semanas mientras los funcionarios definían si podían procesar las licencias matrimoniales a las parejas del mismo género.

Los afectados formularon una demanda formal y a las pocas horas recibieron una licencia. Sin embargo, otros condados mantienen sus negativas y hasta ahora prefieren continuar con el proceso legal de la demanda. Aunque el matrimonio de personas del mismo género es un derecho nacional, aún quedan trabas que superar en estados conservadores como Texas.