Dos décadas, ocho álbumes, los primeros en Centro América en ganar un Latín Grammy a ‘Mejor Álbum de Rock’; sin duda, los Rabanes han pasado a ser una de las bandas hispanas más emblemáticas.

Con su fusión de rock alternativo, ska, punk, reggae y una pizca caribeña, Rabanes hizo palpitar Flamingo Cantina el pasado viernes 19 de junio, en su segunda presentación en la ciudad de Austin después de 13 trece años. La fanaticada gritó, sudó, saltó y bailó al son de ‘Rockton’ y clásicos como ‘Señorita a mi me gusta su style’ y ‘Commanding Wife’. Ellos no pararon de interactuar con sus seguidores, pero también se tomaron unos minutos para conversar con EL MUNDO Newspaper después del concierto promovido por Music Way Latino, a quienes este semanario felicita por la variada propuesta de artistas que han traído al Centro de Texas, ofreciendo la oportunidad al público de disfrutar de sus artistas hispanos favoritos.

Aquí nuestra entrevista con Emilio Regueira.

¿Cómo sintieron su segunda visita a Austin? Hace 13 años estuvimos en SXSW en un evento con otras bandas Latinas como Molotov y Genitálica en un bar de la calle 6; esa vez fue alucinante, increíble, como de película. Este regreso fue explosivo, el mejor de los retornos a Texas.

En Austin tenemos un lema, ‘Keep Austin Weird’, ¿encaja con su ‘style’? De verdad que no recordaba cómo era la rumba en las calles de Austin hasta después que terminamos el ‘show’ y estuvimos sacando el equipo, conviviendo con varios fanáticos. Creo que el ambiente es único y la gente sólo quiere pasársela bien. Para nosotros, cada lugar tiene su propio ‘style’; aunque en Austin se vive la demencia, hay mucha calidad y apreciación a la música.

De tu vida como artista, ¿qué es lo mejor y lo peor? Como miembro de Rabanes, la mejor parte se convirtió en la peor parte también. Uno quiere siempre tener reconocimiento, ganar dinero, tener mucho público que comprenda lo que uno hace artísticamente. Quiere ser conocido en muchos territorios y cuando llegó todo esto, uno se volvió loco y vinieron las fiestas interminables, una eterna despedida de soltero, pero eso me llevó al trágico y un poco tóxico mundo nocturno. Vinieron las dificultades, pero también la inspiración y esa fue la luz para salir del callejón que parecía sin salida y nuestro increíble regreso.

¿Cómo han evolucionado como banda desde sus comienzos? Rabanes empezó tocando una música, creo que elemental con mucha energía, pero hemos agregado elementos de rock alternativo, punk crudo, con letras de calle y sonidos tropicales combinados. Pienso que esos elementos, nuestra esencia, se mantienen, combinando elementos más modernos, como electrónicos.

¿Qué se siente ser considerados íconos? Así como nosotros admiramos a muchos músicos y compositores como Rubén Blades, Los Fabulosos Cadillacs y Mano Negra, pues nos tocó a nosotros ser un poco tutores de las nuevas generaciones y eso nos honra profundamente. Si lo comparas con vender discos y ganar premios, influenciar musicalmente es uno de los más grandes logros.

¿Cuál es su huella? Nuestras fusiones musicales eran un tanto exóticas, raras e incomprendidas, pero creo que el ritmo era contagioso y la banda tenía mucha energía, La gente decía que éramos muy tropicales, que nuestra música tenía mucho reggae. Fuimos pioneros en atrevernos a romper algunos patrones.