La ropa recién comprada no siempre está tan impecable como parece a primera vista. Antes de lucir esa prenda que hemos adquirido conviene lavarla.

Diversos estudios han constatado cómo las prendas de ropa nuevas pueden estar mucho más sucias de lo que pensamos. La ropa puede albergar gérmenes de todo tipo.

Lógicamente, todo dependerá de las condiciones en las que se realizó tanto su confección como su transporte hasta el punto de venta, pero para estar seguros de no correr ningún riesgo lo más aconsejable es limpiar a fondo la prenda antes de estrenarla. AGENCIAS