Gran mercado para la heroína mexicana
2/5/2015, midnight
El comercio de opio, una industria que genera mil millones de dólares al año, se inicia en las cañadas y barrancos remotos en las montañas de Filo Mayor (Guerrero). Allá crece el opio en las flores de color rosa y púrpura. En ese lugar los campesinos siembran la amapola que aprovechan los narcotraficantes para su millonario negocio.
Estos campesinos mexicanos son parte de una cadena que alimenta una creciente adicción por el consumo de heroína en Estados Unidos. Aquí el negocio se ha extendido desde los oscuros callejones de los tugurios hasta el corazón de los suburbios más ricos. El tráfico de heroína es un negocio con perspectivas inciertas para todos menos para los cárteles mexicanos, que han encontrado en él una nueva manera de hacer dinero frente a la caída del consumo de la cocaína y la legalización de la marihuana en Estados Unidos. AGENCIAS