Golpe a la corrupción FIFA en Latinoamérica
Para la justicia estadounidense, la Conmebol es una institución delincuencial. Más de veinte dirigentes han sido arrestados
Pedro Albundia | 12/10/2015, midnight
Por años fueron los reyes del fútbol en sus países. Hombres intocables que se sentían por encima de las leyes de Estados gobernados por timoratas autoridades que necesitaban del fútbol para mantener adormecidas a las masas. Por eso no rendían cuentas ante las secretarías de Hacienda de sus países. Gozaron de una impunidad despreciable que les hizo creer que estaban por encima de cualquier ciudadano común. Y si alguien los ‘amenazaba’ con aquello de que debían presentar una declaración de ingresos y gastos, como lo hace toda empresa legalmente constituida, todos los dirigentes FIFA de la Conmebol respondían con una sibilina amenaza: ‘No se metan con nosotros porque sino la FIFA nos suspenderá’. Y así vivieron a sus anchas por años.
Pero todo tiene su final. La codicia los cegó. El apego al dinero los estupidizó de tal forma que cometieron el error más clamoroso de todos: hacer sus fechorías en territorio estadounidense, utilizando el sistema financiero de este país. Así de simple se dispararon a los pies. Entonces llegaron las detenciones y las confesiones verborreicas, en primer lugar, gracias uno de los más efectivos colaboradores que ha tenido el Departamento de Justicia y el FBI: el argentino Alejandro Burzaco, ex CEO de la transnacional Torneos y Competencias, un soplón que el narcotráfico eliminaría de inmediato.
Los cargos que afrontan todos los dirigentes de la Conmebol detenidos, arrestados o arraigados y con orden de extradición del Departamento de Justicia estadounidenses son variados.
Nunca antes en la historia de la FIFA se desató un escándalo de grandes magnitudes como el que propició la profunda investigación del Departamento de Justicia y el FBI. Y las pesquisas todavía no acaban
En primer lugar, destaca el de conspiración de crimen organizado (racketeering conspiracy), imputación que se hace en el marco de la Ley RICO, implementada por el Gobierno Federal en la década de los setentas con el fin de desarticular organizaciones ilícitas como la mafia y los cárteles criminales. El fondo del asunto, es que en la parte considerativa de la denuncia, la fiscalía determina que las confederaciones de fútbol, como la CONMEBOL por ejemplo, son empresas criminales (‘criminal enterprise’) cuya razón de ser es precisamente el manejo de un negocio irregular, valiéndose de actividades ilícitas como el soborno, el fraude, el lavado de dinero, entre otras. El simple hecho de tener participación en esta organización convierte a la persona involucrada en un sujeto susceptible de ser denunciado.
Otros cargos serios son conspiración de fraude electrónico (wire fraud conspiracy) y conspiración de lavado de dinero (money laundering conspiracy), ambos en el marco de la organización de la Copa Libertadores. En este caso, la Justicia estadounidense apunta a la empresa T&T Sports Marketing Ltd. (con sede en Cayman Islands) de prestarse para tercerizar un millonario contrato televisivo, cuyas ganancias iban directamente a la conocida empresa argentina Torneos y Competencias. Para lograr el trato, la empresa T&T Sports pagó onerosos sobornos a importantes dirigentes sudamericanos.
Los mismos cargos, conspiración de fraude electrónico y conspiración de lavado de dinero, se aplicaron para encausar a varios dirigentes sudamericanos, esta vez por irregularidades en la organización de la Copa América Centenario. En este caso se creó otra empresa, DATISA, que recibió los derechos de marketing de ese torneo continental a cambio de varias decenas de millones de dólares.
La justicia tarda pero llega, sea quien sea. Esta vez, en un solo operativo, bien dirigido por el Departamento de Justicia estadounidense, cayó toda una banda de altos dirigentes de la Conmebol. De ser hallados culpables, recibirán penas mayores de 10 años.