Ser padre no es tarea fácil; no existen manuales que digan qué hacer y qué no. En muchos casos resulta más complicado aún asumir el rol de figura paterna cuando es el abuelo, tío o padrastro quien asume las riendas de la crianza.

La frustración, el desespero y cansancio típico de las rutinas no son buenos aliados de esta tarea, ya que podrían terminar en gritos o maltratos hacia los niños.

Para evitar que esto suceda, el programa Compadre Y Compadre ofrece a los padres de San Antonio la posibilidad de aprender cómo realizar tareas cotidianas y lidiar con el estrés y la ira, estableciendo límites que sirven para prevenir el maltrato y la violencia doméstica.

Durante 15 semanas, los participantes aprenden a comunicarse con sus hijos, técnicas de enseñanza y hasta alimentación.

Desde su creación en el 2009, el programa ha graduado a más de mil padres. Para conocer más de este servicio, Patrick Ortiz, coordinador de mentores de Compadre Y Compadre, conversó con EL MUNDO Newspaper.

¿Por qué crearon un programa dirigido para hombres?

El hombre se conecta de manera más directa con sus hijos: lo ven como la cabeza del hogar, el ejemplo a seguir. Diseñamos el programa de esta manera porque al estar en una reunión o una sala entre hombres, ellos abren su corazón y expresan todo lo que los aflige, de esta manera podemos darle una solución más directa a cada situación que ellos hayan vivido o estén viviendo.

¿Es el hombre más violento?

Los estudios dicen que sí, pero muchas veces la causa es que no saben cómo controlar sus emociones. En otros casos son personas que no tuvieron un buen ejemplo de sus padres o simplemente no tuvieron una figura paterna. También hay factores que influyen, como el alcoholismo.

¿Es la ira una enfermedad?

Con mi experiencia puedo decir que los hombre violentos son personas con traumas en su pasado, en su niñez. Es el resultado de vivir situaciones difíciles en las que la única forma de superarlas ha sido comportarse de esa manera. Aquí les enseñamos a sacar todo lo que los frustra.

¿Cómo cambian los padres que participan en el programa?

El padre toma la decisión de hacer un cambio al venir aquí. Cuando él cambia, todo a su alrededor comienza a transformarse. Ellos suelen estar más pendiente de las tareas de sus hijos, de su educación, de compartir más con su familias y esto los fortalece.

¿Participan los hijos en estas terapias?

Son 15 sesiones diseñadas para los padres, pero una vez a la semana hay actividades con los niños o tienen una tarea que realizar con ellos, poniendo en práctica lo que están aprendiendo.

¿Qué tan efectivo es Compadre Y Compadre?

Podemos decir que aproximadamente un 90% de los participantes ha cambiado su vida; ellos tienen la oportunidad de volver a involucrarse en el programa como mentores, enseñándole sus vivencias a nuevos participantes.