La medida implementada el pasado 19 de agosto –que exige presentar un pasaporte vigente a ciudadanos extranjeros que ingresen a México por el cruce peatonal de San Ysidro

(de San Diego a Tijuana)– ha provocado gran incomodidad entre los usuarios extranjeros de esa garita, especialmente entre los turistas estadounidenses acostumbrados a ingresar a territorio mexicano sin necesidad de presentar documentos.

El Instituto Nacional de Migración (INM) en México defiende la medida alegando que buscan mejorar la seguridad de la frontera al tener un control y registro de quiénes ingresan al país. Sin embargo, la medida podría perjudicar la fluidez en el tránsito fronterizo, ya que el 95% de personas que cruza el puente peatonal San Ysidro son siempre las mismas personas.

En caso de permanecer en México por más de siete días, los extranjeros deberán pagar alrededor de veinte dólares por un permiso de seis meses. AGENCIAS