Después de 15 años de trabajo como voluntaria en diferentes organizaciones sociales en el Centro de Texas, Evis de la Rosa, una mexicana migrante, se dio cuenta que en Austin no existía una organización dedicada a ayudar a las mujeres hispanas y supo que ese sería su siguiente paso como voluntaria.

Pero no era tarea fácil; fueron meses hablando con amigas y mujeres que había conocido en el trabajo comunitario, semanas de discusiones para estructurar la organización y definir qué harían y cómo lo lograrían.

Finalmente, en agosto del año 2014 se introdujeron a la comunidad con su primer evento, una reunión de bienvenida en la que se dieron a conocer ante decenas de mujeres quienes fueron convocadas, además, para intercambiar contactos y entender que desde ese momento no estaban solas.

Para presentarse necesitaban un nombre y al unir las palabras que definen a la mujer migrante todo encajó: Amiga Hispana Guerrera de Austin, un nombre largo cuyo acrónimo redujeron en una palabra fraterna, pero con una letra intercalada que, aunque muda, recuerda las raíces de su lengua: Amhiga Hispana.

“No fue fácil decir aquí estamos; fueron meses buscando a esas mujeres que de verdad se comprometieran con esta organización que iba a nacer. Sabíamos que no queríamos crear un club social, sino un grupo que genere un impacto positivo en la comunidad y en la vida de las mujeres”, dice Sandra Snethen, actual presidenta de Amhiga Hispana y una de las primeras activistas en sumarse al proyecto de la fundadora.

Para lograr ese objetivo, la organización se ha enfocado en el crecimiento de sus miembras y para ello se reúnen una vez al mes en restaurantes, salas de conferencias y distintos lugares en donde puedan dictarse charlas y talleres para empoderar a las mujeres.

Feliz de celebrar el primer año de la organización, la presidenta de Amhiga Hispana hace un recuento del trabajo efectuado, a la vez que habla de sus metas y proyectos.

¿Qué es Amhiga Hispana? Somos una organización sin fines de lucro con el objetivo de empoderar a las mujeres hispanas. Queremos promover el desarrollo integral de la mujer y motivar a nuestras miembros a alcanzar sus metas personales. También buscamos impactar de forma positiva a la comunidad.

¿Cómo lo logran? Principalmente por medio de charlas y talleres con expertos en distintas áreas que nos permiten crecer. Cada quien puede tomar lo que le resulte más útil de cada encuentro. Ofrecemos una reunión mensual, siempre hay personas nuevas y otras que van y vienen, pero siempre tenemos una participación aproximada de 50 mujeres.

¿Y el impacto comunitario? Estamos estableciendo lazos con otras organizaciones como CASA Travis, dedicada a la protección de niños que están bajo investigación del Servicio de Protección de Menores (CPS), para trabajar como voluntarias en sus eventos benéficos. También estamos forjando relaciones con otras organizaciones y empresas privadas para contribuir en eventos que tengan como meta servir a la comunidad.

¿Han visto el impacto en la vida de las mujeres que asisten a sus reuniones? Es conmovedor e inspirador escuchar las historias de mujeres que son miembros activas de Amhiga Hispana, porque nos damos cuenta que sí hay un impacto positivo. Hace poco, al final de una charla, una mujer se nos acercó y nos contó que estaba a punto de regresarse a Panamá porque se sentía sola, pero descubrió Amhiga Hispana y se dio cuenta que como ella habían muchas personas en Austin; en nuestras reuniones también hizo contacto con otras mujeres que se hicieron parte de su círculo de amistades. Ella decidió quedarse y seguir luchando.

¿Eso las hace un club social? No somos un club social, nuestra meta es seguir creciendo como mujeres, pero sí queremos que se formen amistades. Nos contenta cuando vemos que un grupo de miembros se reúne fuera de la organización, porque se están formando redes de apoyo.

¿Qué tipos de temas tratan en sus reuniones? Herramientas para el éxito, temas relacionados con la salud y el bienestar, tecnología, autoestima y cualquier otro tema que sea de interés para nuestras mujeres.

¿Hay que pagar para ir a sus reuniones? Nuestro fin es ofrecerle a las mujeres recursos educativos en español y, por eso, los talleres mensuales son de entrada libre; tenemos eventos en los que se venden boletos a precios bajos para cubrir los gastos de la organización.

¿Quién escoge los temas? En nuestras reuniones, desde la primera hace un año, hacemos encuestas preguntando a las asistentes qué tema quieren que tratemos. Si un tema tiene varios votos se convierte en prioridad, luego el consejo directivo se reúne y nos ponemos a trabajar para hacerlo realidad, buscando ponentes y organizando las charlas.

¿Quiénes forman parte del consejo directivo? Además de la fundadora, Evis De La Rosa, cuatro mujeres más: Tiu Ríos, Liliana Veredido, Erika Martínez y tu servidora, Sandra Snethen. Hace apenas tres meses se conformó el consejo formalmente y en un año se renovará con postulaciones de nuestras miembros y voto democrático.

¿Por qué va a cambiar el consejo directivo? Porque es necesario renovarse; las cinco somos mujeres comprometidas con la organización, pero Amhiga Hispana se debe nutrir de la idea y experiencia de nuevas personas.

Están celebrando su primer aniversario, ¿en qué se enfocan para este segundo año de trabajo? El primer año estuvo enfocado en la organización; para el segundo año queremos seguir ofreciendo talleres de calidad, pero algo importante es crear conciencia para que las mujeres sepan que pueden participar como voluntarias en la comunidad y que eso no quiere decir que deben dedicarle 40 horas a la semana. Existe una falsa creencia en muchas mujeres de que necesitan estar retiradas o ser amas de casa para poder unirse a un voluntariado, pero no es así. Yo tengo mi trabajo y a la vez estoy comprometida con Amhiga Hispana. Muchas organizaciones necesitan voluntarios de habla hispana en nuestra comunidad y es necesario crear conciencia sobre ello; podemos hacer la diferencia.

¿Tienen planteados nuevos objetivos para Amhiga Hispana? Sí, una de las cosas que nos gustaría poder lograr a corto plazo es ofrecer becas a las mujeres hispanas. Un porcentaje considerable de mujeres hispanas llega a este país sin saber hablar inglés y queremos ofrecer esa ayuda. Por ahora estamos trabajando en reunir los recursos humanos y económicos para lograr este objetivo y así llevar nuestro impacto a otro nivel en la vida de las mujeres.

En los personal, ¿qué te ha aportado Amhiga Hispana a ti? Amhiga me ha dejado una gran enseñanza. Me ha ayudado a pulir un poco mis capacidades en organizar y delegar, me ha ayudado en esa tarea de conocer a las personas, evaluar sus talentos y asignarles tareas. Además, cada testimonio que escucho me recuerda que no estoy sola y que aquí podemos encontrar apoyo. Por otro lado, las mujeres somos más competitivas que los hombres y crecemos con cierta individualidad, pero Amhiga Hispana me ayudó a aprender que hay que dejar eso de lado para trabajar en equipo.

¿Tienen sede donde las personas puedan acudir? No, estamos buscando un lugar que podamos costear y que se ajuste a nuestras necesidades. También estamos buscando recursos; somos una organización sin fines de lucro, pero eso no quiere decir que tengamos gastos y por eso en este segundo año tenemos la meta de hacer un evento de recaudación que nos permita dar becas y pagar una renta de un local donde las personas encuentren ayuda a diario, donde a futuro podamos incluir servicios como laboratorio de computadoras y consultoría.

¿Cómo se pueden unir otras mujeres? Tenemos nuestro Facebook (www.facebook.com/AmhigaHispana), pueden escribirme al correo electrónico sandrapsnethen@gmail.com o llamar al (512) 947-2148, para incluirlas en nuestra base de datos e invitarlas a las próximas reuniones.