Texas no ha sentenciado a ningún reo a la pena de muerte desde diciembre pasado, lo que constituye la primera vez en 20 años que en esta entidad han pasado siete meses sin imponer el castigo capital. La imposición de este tipo de condenas en Texas ha disminuido en casi un 80% desde 1999, según la Oficina de Estadísticas de Justicia (BJS), un organismo del Departamento de Justicia que recaba y analiza datos relacionados a la delincuencia en EU.

Los especialistas indican que varios factores podrían estar contribuyendo a la disminución del número de sentencias de muerte en Texas y en el resto de EU, incluyendo la disminución del apoyo de los estadounidenses al castigo capital. En Texas, la baja en las sentencias de pena de muerte se debe también (en parte) a una ley promulgada en el 2005 que abrió la posibilidad de sentenciar a los reos a cadena perpetua sin derecho a la libertad condicional.

Anteriormente, las personas declaradas culpables de homicidio que no recibían la pena de muerte, podían ser elegibles a la libertad condicional tras cumplir una condena de 40 años de cárcel. El número de presos en el pabellón de la muerte en Texas ha disminuido de 460 en 1999 a 260 en la actualidad. AGENCIAS