De acero inoxidable
Sin fortuna y sin el dinero de sus buenos tiempos, Mike Tyson renace lejos del cuadrilátero
Angela M. Angulo | 8/6/2015, midnight
La historia personal de Michael Gerard Tyson (49), o simplemente Mike Tyson, es el cliché del deportista despilfarrador que cree que el dinero y la fama durarán para siempre. El campeón de los pesos pesados gastó sin límite y con la licencia que otorga justificar todo por aquello de los orígenes pobres. Su actualidad es dolorosa para quienes vibramos con sus combates.
Alguna vez fue considerado el boxeador más temible del mundo. El imbatible. Tyson peleó 58 veces. Ganó 50 combates, 44 por KO. Fue derrotado 6 veces, la última vez por Lennox Lewis. En esa incontenible carrera repleta de momentos legendarios, el dinero llegó en forma de hemorragia. No fue fácil, literalmente dejaba sangre y sudor trabajando.
EL DATO
La fortuna actual de Mike Tyson es de apenas $1 millón. En su mejor momento deportivo, su patrimonio fue de $400 millones.
Sin embargo, la falta de asesoría y un ego descomunal (o un complejo muy arraigado) fueron el peor rival. Tyson consumió $400 millones en menos de veinte años. Su récord más terrible. Un divorcio, una condena en la cárcel, drogas y despilfarros lo mandaron a la lona.
El derroche en su ‘prime time’ era descomunal. Licor, drogas, propiedades, joyas, muchísima ropa, sexo de ocasión, amigos parásitos y hasta tigres de bengala. Tyson gastaba un promedio $400 mil para celebrar cada fiesta de cumpleaños. Además, es legendaria la anécdota que cuenta que en el 2003 pagó $173 mil por una cadena de oro blanco incrustada de diamantes. Ese tipo de gastos innecesarios lo habrían llevado a la ruina.
Tyson se declaró en bancarrota en agosto del 2003. Debra Grassgreen, su abogada de entonces, aseguró que las deudas del púgil superaban los $27 millones. La situación era crítica: la propia Grassgreen era acreedora de Tyson por $1 millón en servicios profesionales.
La debacle llegó cuando fue acusado de violación en 1992. Esa no era publicidad positiva, por el contrario, lo descalificaba ante los patrocinadores. Reincidió en 1999 y 2007, y en cada oportunidad su imagen se iba a pique.
Tan perjudicial como la cárcel, fue el fin de su segundo matrimonio. Tyson llegó a desembolsar alrededor de $9 millones durante su proceso de divorcio con Mónica Turner. La pareja se casó en abril de 1997 y se separó oficialmente en enero del 2003.
Ahora Tyson hace cualquier cosa para ganar un poco de dinero: ‘roasters’, películas, documentales, mímicas musicales.
La necesidad venció a la soberbia. Y la soledad de la vida real se impuso al ‘entourage’ oportunista y falso: han desaparecido los ‘amigos’ que estuvieron a su lado cuando todo era lujo y derroche. El campeón libra su combate más feroz, contra la vida misma, y lo hace solo.