En las Cortes de Inmigración se resuelve el futuro de miles de personas, entre ellas los menores no acompañados de Centroamérica que protagonizaron el año pasado una crisis en la frontera Sur. Desde entonces las llegadas han disminuido pero la crisis se trasladó a las 59 cortes migratorias del país, que deben resolver la situación de estos indocumentados. El problema es que en toda la Unión Americana trabajan 222 jueces migratorios pero hay 431,468 casos pendientes. Eso significa que cada juez debe resolver 1,943 casos en promedio. De ahí que la situación de muchos inmigrantes se postergue una y otra vez sin final aparente.

Es un tema altamente politizado y no son pocos los que creen que estas demoras sólo fomentan que más personas se interesen en viajar a Estados Unidos, ya que podrían vivir años en el país a la espera de una decisión. Para solucionar este problema, el Gobierno Federal ha intentado contratar más jueces para mejorar la eficiencia de las cortes, pero sus propuestas migratorias enfrentan una considerable oposición republicana en el Congreso de la Unión. AGENCIAS