Toda familia que tiene problemas para pagar la renta, cuyos ingresos no les proporcionan buena calidad de vida ni la posibilidad de alquilar una vivienda adecuada, pueden optar por subsidios como Sección 8, programa del Gobierno Federal que es administrado en la ciudad del Álamo por el San Antonio Housing Authority (SAHA).

La diferencia entre Sección 8 y otros programas de asistencia de vivienda es que éste les da a los beneficiarios la oportunidad de elegir dónde vivir y si se muda, continuará recibiendo la asistencia, siempre y cuando la residencia reúna los requisitos del programa y el dueño de la residencia acepte vouchers.

Quienes reciben los ‘Vales de Elección’ por lo general solamente aportan el 30% de sus ingresos mensuales en el pago de la renta, mientras Sección 8 paga la diferencia.

Aunque este es el promedio, todo varía de acuerdo a las condiciones que se evalúan, como el costo de los servicios, gastos por discapacidad, miembros dependientes, etcétera. De esta forma, pueden invertir en educación, salud y otros aspectos importantes para el desarrollo de su núcleo.

En la actualidad unas 13 mil familias reciben subsidios, de acuerdo a la información suministrada por Deborah Flach, directora de Programas de Vivienda Asistida de SAHA.

Pero algunas personas dejan de cumplir las reglas, mejoran su situación económica o simplemente han fallecido y los vales para ayudar a la comunidad siguen disponibles, por eso SAHA mantiene abierta su convocatoria para aplicar a la lista de espera a través del portal saha.apply4housing.com.

De esta forma, se van ingresando nuevos beneficiarios en la medida que se abren cupos o reciben más dinero para el subsidio y por ello es necesario tener una lista de espera.

¿Quiénes pueden aplicar?

“Todos pueden aplicar, no descalificamos a nadie por sus ingresos, condiciones culturales o sociales. En cuanto a sus salarios, serán evaluados si son seleccionados para una cita, pero todos pueden aplicar. Es importante que por lo menos un miembro de la familia tenga ciudadanía o estatus migratorio legal, porque necesitarán un número de seguro social”, dice Deborah Flach. A pesar de que las personas beneficiadas por DACA tienen Seguro Social, debido a las normas del Gobierno Federal en materia de asistencia de vivienda, no pueden optar por el beneficio del subsidio. Tampoco es obligatorio tener familia, personas individuales también pueden optar por asistencia. La aplicación tiene la posibilidad de señalar si tiene discapacidades, es veterano, ha sobrevivido a un desastre o si es un desamparado, condiciones que le darán un lugar de preferencia en la lista de espera.

¿Qué debo hacer después de completar la aplicación?

Una vez completada la aplicación es su responsabilidad asegurarse de que la información está al día o actualizada. Cuando su aplicación alcance los primeros lugares de la lista de espera, SAHA le enviará un aviso por correo electrónico o correo postal. Si fuera imposible contactarlo porque la dirección de correo electrónico no es válida o porque la carta es devuelta a SAHA por ser una dirección inválida, usted será removido de la lista de espera.

Ponga al día su aplicación con cualquier cambio en su nombre, dirección, teléfono, correo electrónico, ingresos familiares y tamaño de la familia. Los cambios deben ser registrados a través de la página de internet www.saha.org.

¿Cómo funciona?

Las personas que queden seleccionadas por SAHA para ser parte de la lista de espera, serán llamadas para comprobar su elegibilidad en una entrevista. Si se certifica, tendrán 60 días para buscar un lugar para rentar que reúna condiciones específicas de las cuales serán notificados. Una vez hecho este paso, la oficina Federal visitará la vivienda y hará una inspección.

No todos los dueños de propiedades en alquiler aceptan los vales, por lo que recomiendan el uso de ‘apartment locators’, solicitar asistencia en SAHA por parte de su personal o visitar el portal www.gosection8.com. Una vez hallado el lugar, se procede a la firma del contrato. El tiempo de espera para los seleccionados es incierto; se estima que sea entre 2 y 5 años.

¿Se puede perder el beneficio?

Cada año, antes de renovar los contratos de arrendamiento, los beneficiarios de Sección 8 reciben visitas de inspección. Una persona que ha causado daños a la propiedad puede perder el beneficio. Cuando una familia mejora su situación económica, al punto de que el 30% de sus ingresos cubre la totalidad de la renta, pasa a una suspensión temporal del beneficio por seis meses. Si al cabo de ese tiempo mantienen esa situación o siguen mejorando, quedan fuera del programa porque ya no lo necesitan.

No reportar ingresos correctamente es considerado fraude, alojar personas no autorizadas y no pagar la renta son razones para perder el subsidio.

Seguridad en línea

Las aplicaciones serán procesadas a través de saha.apply4housing.com, no hay planillas físicas en ninguna oficina del Gobierno. Para quienes tienen dudas proporcionando su información de seguro social, se trata de un portal protegido contra fraudes electrónicos. El sistema está diseñado para que se pueda aplicar desde computadoras, celulares, tablas y cualquier dispositivo que utilice internet.

Si no tiene internet, puede hacer uso del servicio gratuito de computadoras disponibles en las oficinas de SAHA. También puede hacer uso de computadoras en los 26 centros del Sistema de Bibliotecas Públicas de la Ciudad de San Antonio. Si necesita asistencia, puede llamar al sistema bilingüe del 1-877-550-1109.

Propietario protegido

Cuando un dueño de propiedad tiene dudas sobre si aceptar ser parte del programa o no, lo primero que debe saber es que SAHA cancela sus compromisos financieros de forma puntual, por lo tanto no tendrán retrasos en el cobro del monto mensual. Por otro lado, pueden confiar en que los beneficiarios no dañarán las propiedades, porque esta es una razón para ser excluidos de Sección 8.

Arrendamiento temporal

Aunque se cumple un proceso para establecer el lugar de residencia de una familia, los arrendamientos pueden no ser definitivos. Los contratos suelen hacerse por un año; si una persona desea mudarse porque encontró otra vivienda que ofrece mayores comodidades para su familia, pueden hacerlo siempre y cuando se cumplan los términos del contrato.