Según las autoridades, las pandillas del país son más cuidadosas con el uso de colores e incluso están eliminando o alterando tatuajes para evitar ser identificadas tan fácilmente por la policía y testigos. Antaño era fácil identificar a los pandilleros por los colores que vestían, pero ahora lo más que se puede ver es un pañuelo rojo que cuelga de un bolsillo de atrás o una gorra de béisbol blanca y dorada.

Nada más para no ser detectados. Los pandilleros tampoco quieren llamar la atención porque están cada vez más involucrados en delitos como robo de identidad y de tarjetas de crédito. Sus fuentes de información son los restaurantes y los supermercados.

EL DATO: Entre 1980 y 1990 los Bloods se vestían de rojo de los pies a la cabeza, los Crips usaban prendas azules y los Latin Kings el negro y el dorado. Detectar a los miembros de esas pandillas era muy fácil.