Los enfermos ya no quieren ir al Hospital Presbiteriano de Dallas donde murió el primer enfermo de Ébola en Estados Unidos y fueron contagiadas dos enfermeras (que ya están libres del virus). Según balances financieros del hospital, se ha registrado una caída del 50% en el número de personas que acuden a su servicio de emergencias desde que comenzó la crisis.

Los ingresos cayeron 25% en los primeros 20 días de octubre, poco después de la admisión de Thomas Eric Duncan, quien se infectó con el virus en Liberia (su país de origen). En ese periodo de tiempo, las visitas a emergencias cayeron 53 por ciento y el censo diario de pacientes se redujo en 21 por ciento. Las operaciones quirúrgicas disminuyeron 25 por ciento.

La compañía matriz del hospital, Texas Health Resources, sigue siendo rentable y dispone de más de 3,000 millones de dólares en efectivo.

En un comunicado, la entidad dijo que tiene recursos suficientes para cubrir cualquier daño a largo plazo y que hasta el momento el hospital no ha sido demandado. El Hospital Presbiteriano de Dallas obtiene alrededor del 17% de las ganancias de la cadena, según Moody’s Investors Service.