Se han escrito canciones sobre él; en México es la bebida nacional y si hablamos de historia, parece haber nacido en el siglo XVI. Estamos hablando del Tequila, un licor que además de gustoso, representa parte de la economía y la cultura mexicana.

Aunque alrededor del mundo es conocida la formula sal, tequila y limón, muchos mexicanos prefieren tomarlo solo, pero no necesariamente con un ‘shot’ en seco, sino usando un pequeño vaso y tomando tragos ligeros.

Para los que no están acostumbrados a beber, se usa la sal para mitigar el sabor amargo del tequila; ésta suele colocarse en el borde de la mano y probarse antes de ingerir el licor. Luego, es hora de tomar el pequeño trago de tequila y cerrar la ingesta chupando un limón, que evitará la posibilidad de que se produzcan nauseas repentinas.

Entre las variantes del ‘shot’, algunos sugieren que si se está consumiendo un tequila reposado, se debería cambiar la sal por canela y el limón por naranja. Para otros, esto sería considerado una ofensa, porque se estarían perdiendo los sabores propios del licor añejado.

También existen aquellos ‘valientes’ que prefieren agregar unas gotas de salsa tabasco y crear el trago que llaman ‘fuego en la pradera’.

Quienes son tomadores de tequila seguro han probado la sangrita, una bebida que a veces puede acompañar al tequila. Sangrita significa “pequeña sangre en español”, y el nombre se debe al color de la preparación que se hace a base de jugo de naranja fresco, jugo de limón, granadina y una gotas de salsa picante.

Si decide tomar un ‘shot’ de sangrita, uno de tequila y uno de jugo de limón, estará disfrutando de una bebida que se conoce como bandera, por la referencia a los colores de la bandera azteca.

Mezcla de sabores

El tequila no se limita a las formas tradicionales mexicanas, también se ha convertido en el licor base de distintos cocteles. Por supuesto que quizás el más popular es la margarita, especialmente popular en los restaurantes de comida Tex-Mex.

Esta es una bebida bastante fácil de preparar e ideal para una celebración. Una taza y media de jugo de limón; una taza y media de tequila; una taza y media de licor de naranja y sal son suficientes para elaborar seis porciones de margarita.

Tequila sunrise es un nombre igual de popular y se puede preparar con tres onzas de tequila, una de Triple Sec, una de limón, tres de granadina y tres de jugo de naranja. Los ingredientes deben mezclarse en un vaso largo y frío, agregando uno a uno con delicadeza.

Otro coctel es la variación del ‘Bloody Mary’ por el ‘Bloody María’, que ofrece un sabor picoso y especial. Una taza de tequila y dos de jugo de tomate, con unas gotas de tabasco, una pizca de sal, una pizca de pimienta y una varita de apio le dan vida a esta bebida.

También están los amantes de los martinis que han apostado por su versión mexicana conocida como Dirty Martini, que se elabora con tequila, vermouth, jugo de toronja y la infaltable aceituna.

Los amantes de la cerveza apuestan por la sencillez y ofrecen el submarino como alternativa. Se trata simplemente de servir la cerveza en un vaso y en él depositar un ‘shot’ de tequila (con caballito y todo). Así se va ingiriendo todo el trago.

Pero el ingrediente común e indispensable es la buena compañía y recordar siempre que es importante la moderación.