Vivir en una ciudad aumenta el riesgo de sufrir diabetes tipo 2 debido a los hábitos y estilo de vida poco saludables que se siguen. En el 2012, el 9% de la población de Estados Unidos sufría de diabetes. Incluso, para el mismo año se calculaba que 79 millones de habitantes eran pre diabéticos.

La enfermedad azota a los hispanos casi dos veces más que a otros grupos. La oficina de Salud en las Minorías del Departamento de Salud dice que 3,2 millones de adultos hispanos están viviendo con diabetes. Casi el 13% de los hispanos son diagnosticados con la enfermedad, en comparación al 7% de otros grupos étnicos, añade la agencia.

Incluso, hoy en día se ven niños en edades muy tempranas con diabetes tipo dos, lo cual demuestra los malos hábitos de la población infantil.

La diabetes es una afección crónica que se desencadena cuando el organismo pierde su capacidad de producir suficiente insulina que permite que la glucosa de los alimentos pase a las células del organismo, en donde se convierte en energía para que funcionen los músculos y los tejidos.

Como resultado, una persona con diabetes no absorbe la glucosa adecuadamente, de modo que ésta queda circulando en la sangre y dañando los tejidos con el paso del tiempo.

A propósito de celebrarse el Mes Mundial de la Diabetes, es importante recordar que la diabetes es una de las enfermedades crónicas no transmisibles que causan mayor número de muertes a nivel mundial. Para el 2010, se ubicaba en el séptimo lugar en la lista de causas de muertes en Estados Unidos. Aunque es una enfermedad incurable, se puede prevenir.

“Una de las maneras de prevenir la diabetes es a través de una nutrición saludable, a través de la baja ingesta de carbohidratos y de una alta cantidad de contenido de proteínas y de fibra. Hay que controlar el tema de las porciones. Los hombres suelen ser un poco más desordenados a la hora de comer y por lo tanto más propensos a padecerla”, asegura Juan Gabriel Cendales, especialista en cuidado crítico y medicina interna.

No se trata de convertirse en un maratonista y limitar absolutamente todo lo que se come. Para mantenerse saludable sólo se necesita caminar 30 minutos cinco días a la semana, comer frutas, vegetales y granos integrales. Limitar la cantidad de azúcar que ingerimos. La diabetes aumenta cuando subimos de peso.

El estrés es otro detonante de la diabetes, debido a que hace que los hábitos de las personas se modifiquen, que duerman menos, coman a deshoras y no hagan actividad física.

Es debido al sedentarismo que la diabetes viene en aumento en los últimos años. Se espera que en el 2030 hayan en el mundo 450 millones de personas con esta enfermedad.

Riesgos

El sobrepeso, tanto en menores como en adultos, es uno de los principales factores de riesgos para adquirir la enfermedad.

Las personas que son mayores de 45 años que tengan sobrepeso y una historia familiar de diabetes deben cambiar su estilo de vida y hábitos alimenticios.

En los niños que sufren diabetes tipo 1, se ha registrado una mayor frecuencia de diabetes tipo 2, lo cual demuestra malos hábitos en el estilo de vida y de nutrición.

La diabetes gestacional es otro factor de riesgo. Los hijos de estas pacientes tienen mayor riesgo de llegar a padecer diabetes en el futuro.

Hábitos saludables

Se dividen en dos: hábitos nutricionales y de actividad física. En el caso de los hábitos nutricionales, están relacionados con la baja ingesta de carbohidratos, y una alta cantidad de consumo de proteína y fibra.

Las porciones de alimentos deben controlarse. Los hispanos estamos acostumbrados a que si no comemos abundante no quedamos satisfechos.

En relación con la actividad física, ésta no tiene que ser necesariamente de alta intensidad, como muchos suelen creer. Pueden ser cosas sencillas, como:

Caminar. Si va ir al centro comercial puede dejar el carro lejos de la entrada del local.

Cargar las bolsas del mercado tiene un sentido de fuerza importante para los brazos, puede ser un buen ejercicio.