Contra la gripe y el resfriado
Dra. Aliza A. Lifshitz | 11/6/2014, midnight
¿Estás cansado de tomar pastillas y medicamentos cada vez que te enfermas? Como tú, muchas personas buscan alternativas más naturales para prevenir y combatir enfermedades, sobre todo aquellas más comunes, como la gripe y el resfriado durante el invierno. Pero ¿qué tan efectivas son? Descubre la verdad sobre los suplementos y las vitaminas y qué otras medidas naturales puedes tomar para combatir las molestias que pueden causar la gripe y el resfriado común.
En esta época de frío en los países del hemisferio Norte y de calor y cambios de temperatura en el hemisferio Sur, que bueno sería poder combatir la gripe y el resfriado con un rico y calentito té de menta y miel, ¿verdad? Mucha gente busca alternativas naturales para prevenir y combatir estas enfermedades características del invierno y de los cambios drásticos de temperatura, no sólo porque es molesto sentirse mal sino también porque prefieren evitar el uso de medicamentos.
Sin embargo, muchas veces no todo lo natural es tan bueno como parece. En ocasiones, los efectos de estas sustancias no han sido corroborados científicamente, aunque en algunos casos pueden ser reconfortantes y hasta aliviar los síntomas (como un rico tecito), y si son obtenidos a través de alimentos tampoco suelen tener efectos nocivos. Aunque cabe decir, en este caso, que en un estudio corroboró científicamente que la miel ayuda con el síntoma de la tos. Pero recuerda que no se le debe dar miel a los niños menores de 2 años por el riesgo de que desarrollen botulismo, es para niños de 2 años y cualquier persona a partir de esa edad.
De todos modos, es importante que tengas en cuenta que no es lo mismo obtener vitaminas de los alimentos, por ejemplo comiendo más cítricos -naranjas, mandarinas y limón- porque brindan vitamina C, que tomar los suplementos vitamínicos en pastillas o en polvos.
Antes de tomar vitaminas o suplementos de venta libre, es importante que consultes a tu médico, sobre todo si estás embarazada, si tienes alguna enfermedad crónica, si estás tomando otras medicinas o suplementos o si estás pensando en administrárselos a un niño, ya que a veces pueden tener efectos secundarios o contraproducentes y dañar la salud en vez de ayudar. Una vez que lo hayas conversado con un profesional, entonces elige siempre productos que garanticen su contenido y ten cautela ante publicidades que puedan ser engañosas.
Dicho esto, ¿qué vitaminas puedes buscar contra la gripe y el resfriado, en particular? Recuerda que el resfriado y la gripe son enfermedades provocadas por virus diferentes y se manifiestan con síntomas distintos, el primero es una infección de las vías respiratorias superiores que dura alrededor de una semana y puede causar estornudos, congestión nasal (nariz tapada o que gotea), dolor de garganta y tos; mientras que la segunda es una enfermedad respiratoria, a veces con síntomas en el aparato digestivo, que puede aparecer abruptamente y provocar síntomas más graves que los del resfrío, como fiebre (que suele ser alta), dolor de cabeza, dolor de músculos y articulaciones y cansancio extremo, y que desencadena en complicaciones graves.
También recuerda que la gripe o influenza (o flu), se puede prevenir con una vacuna que se prepara cada año.
Suplementos contra la gripe o influenza Saúco.
Equinacea * Ginseng norteamericano * Hierbas medicinales chinas * Oscillococcinum * Té verde * Vitamina D * Vitamina C * N-acetilcisteína (NAC).
Suplementos contra el resfrío
Vitamina C * Equinácea * Zinc * Ajo * Andrographis * Astrágalo * Baya del saúco * Geranio sudafricano o “Umckaloabo” * Ginseng norteamericano * Menta * Miel k Probióticos * Propóleo * Raíz amarilla o raíz de oro * Té verde * Vitamina E.
Otros tratamientos naturales
A diferencia de los suplementos anteriores, cuyos efectos no han sido comprobados, existen algunas medidas naturales que sí han demostrado tener efecto en la prevención de estas enfermedades.
- Llevar una dieta sana.
- Hacer ejercicios regularmente.
- Aprender a manejar el estrés.
- Al toser o estornudar, cubrirse la nariz y la boca utilizando el brazo (no la mano) o un pañuelo desechable (y luego botarlo a la basura).
- Lavarse frecuentemente las manos con agua tibia y jabón (por 20 segundos) o limpiarlas con alcohol en gel (jalea), durante varios segundos.
- Mantenerse alejado de las personas enfermas.
- Evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca, ya que esa es la manera en que se propagan los microbios.
- Mantener limpias y desinfectadas las superficies de la casa.