Conócela y descúbrela


11/6/2014, midnight
Conócela y descúbrela

¿A ella le cansa lo de siempre? Pues no dejes pasar ni una noche más: actualiza tu repertorio de prolegómenos con estas técnicas infalibles. Sal de la rutina, encuentra sus puntos más calientes y disfruta de los resultados.

Cara: Acaricia sus mejillas, orejas y sienes con las yemas de tus dedos, con movimientos ascendentes y hacia fuera. Masajea el centro de su frente y el arco de la nariz trazando pequeños círculos con tus pulgares. Termina con unas suaves caricias hacia arriba por ambos lados de la cara.

Ojos: Cuando las mujeres no se encuentran cómodas (dentro o fuera de la cama), reducen al mínimo el contacto visual. Ponla a prueba echándole un piropo (por ejemplo, “me encanta cómo huele tu piel”) y mírala a los ojos. Si te devuelve la mirada y sientes que se calienta, vas por buen camino.

Labios: Préstales atención. Si los aprieta, significa rechazo. La boca es la guardiana del resto del cuerpo y está rodeada de terminaciones nerviosas. Si así lo desean, en la cama las mujeres tienden a adoptar posturas en las que puedas alcanzar a besarlas.

Cuello: Un nudo de terminaciones nerviosas hacen de esta parte una de las más sensibles de todo su cuerpo. Exhala mientras la besas suavemente por la línea del pelo. Sujeta su nuca con cuidado; esto le proporcionará una sensación de confianza y seguridad, lo cual necesita para ponerse de verdad a tono.

Pechos: Utiliza toda tu mano y céntrate en todo su pecho. Procura ahuecarlo y abrazarlo con suavidad hacia arriba. No te olvides del canalillo, ya que a todas les gusta pensar que tiene uno especialmente sexy.

Vientre: Desliza la palma de tu mano y masajea con suavidad con los nudillos por la zona inferior de su abdomen y las caderas. La piel de estas áreas es muy sensible, así que ella terminará pidiéndote que vayas un poco más hacia el sur.

Espalda: ¿Conoces esa pequeña curva en la base de su columna, justo encima de los glúteos? Pues se trata de una zona muy agradecida con las atenciones. Masajéala con movimientos suaves y circulares.

Rodillas: Casi nadie piensa en esta zona pero, así que puedes sorprenderla besándola con suavidad o incluso haciéndole un poco de cosquillas. Incluye la parte de los gemelos, pero asegúrate de que esté tumbada, a no ser que estés seguro de poder agarrarla cuando sus piernas se rindan. AGENCIAS

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