Jamás olvidaré que una de las cosas que más me emocionó al enterarme que estaba embarazada fue la idea de encontrarle el nombre perfecto a mi bebé. Aunque ya tenía algunos nombres en mente, lo primero que hice fue hacer una lista y compartirla con mi esposo para ver qué le parecían los nombres que a mí me gustaban.

Lamentablemente, hubo varios que a mí me encantaban que a él no le gustaron para nada. Pero al final llegamos a un acuerdo y escogimos el nombre perfecto para nuestro bebé.

Si estás embarazada y estás pasando por este proceso, comparto algunos puntos que debes considerar:

1. Nombre latino. Muchos latinos quieren asegurarse que sus hijos tengan nombres latinos, lo cual es una excelente idea. Pero mi recomendación sería que tratarás de escoger un nombre que sea latino, pero que sea fácil de pronunciar en ambos idiomas. Así, tu hijo no correrá el riesgo de que su nombre sea mutilado cada vez que alguien que no sabe hablar español lo pronuncie.
2. Honor a la familia. A muchos latinos les encanta la idea de ponerle el nombre a su hijo en honor a algún familiar. Por lo general, suele ser un abuelo o abuela o algún otro miembro de la familia que tiene un lugar especial en el corazón de uno de los padres. ¡Es un gran gesto!, pero asegúrate que no lo estás haciendo sólo porque alguien de la familia te están presionando.
3. En voz alta. Es importante que digas el nombre en voz alta más de una vez para asegurarte que suena bien. Puede que hayas escogido el que tú consideras el nombre más bonito del mundo, pero no es hasta que lo dices en voz alta que te das cuenta que no suena tan bien como creías. Suena como algo súper simple, pero es un paso importante para que después no te arrepientas.
4. Originalidad. No tiene nada de malo que no quieras que tu hija tenga un nombre súper común, pero ten cuidado con el que terminas es-cogiendo. Puede que sea tan original y difícil de pronunciar que la pobre terminé siendo blanco de burlas cuando esté más grande.