7 consejos para que tus hijos se ejerciten durante el otoño
Dr. Helen Troncoso | 7/31/2014, 2 a.m.
¿Verdad que te fascina observar a tus hijos explorando el mundo que los rodea por primera vez? No importa si por la emoción que te provoca, la confianza que les dará o por las habilidades motoras que aprenderán, aquí te doy 7 consejos para hacer que tus hijos se muevan más este otoño.
Limita el tiempo de televisión y computadora
No estás sola si te rindes y dejas que tus hijos vean televisión simplemente para que se tranquilicen o te den un descanso de vez en cuando. Sin embargo, mucho tiempo sentados frente al televisor ha sido ligado a problemas de atención, desórdenes del sueño e incluso obesidad. De hecho, la Academia Americana de Pediatría recomienda no más de dos horas de televisión para los niños en edad escolar. Probablemente tengas un poco de resistencia al principio, pero si eres constante, desconectando o quitando el televisor de sus habitaciones y estableciendo un horario para ver televisión ayudarás a facilitar la transición.
Pon en forma a toda la familia
El tiempo en familia no solo debe darse durante los feriados, ¡ni solo alrededor de la comida! En realidad no tiene que costar mucho dinero tampoco. ¿Recuerdas cuánto te divertías jugando al escondido o a toparle al otro (tag)? Hazlo como parte de un reto con un premio pequeño (o grande) para mantener a todo el mundo motivado. Opta por dosis diarias de diversión que no sólo fortalecerán los lazos familiares, sino que también ayudarán a aumentar la salud física, emocional y mental de todos.
Haz una cita para jugar
Cuando haces una cita para jugar le proporcionas a tu hijo la oportunidad de mejorar sus habilidades sociales en un ambiente relajado. Para juegos coordinados que estén orientados a ponerse en forma, puedes realizar actividades como bailar o una búsqueda de tesoro. Trata de mantener un número bajo de niños en el grupo y no te olvides de ser una buena anfitriona o invitada.
Limita las salidas a comer fuera
Puede llegar a ser muy difícil comer de manera saludable fuera de casa, así que limítate a hacerlo una o dos veces a la semana. Los niños tienden a inclinarse a las comidas que ofrecen juguetes, la cual desafortunadamente también está cargada con grasa, azúcares y calorías extras. Tampoco quieres arruinar sus paladares delicados con todos esos alimentos superprocesados, haciendo que sea mucho más difícil para ellos apreciar las comidas frescas y naturales más adelante en sus vidas. Elije opciones más saludables cuando puedas, como leche descremada, salsa de manzana en vez de papas fritas y pollo a la parrila en vez de frito. En realidad se toma tiempo, pero preparar comidas y congelarlas para la semanate salvará en esos momentos en los que estás tan cansada y sólo quieres asegurarte de que tu hijo coma.
Haz un compromiso
Crear un nuevo hábito se puede tardar hasta 45 días, así que no te molestes si te tardas un tiempo para ajustarte. Recuerda que esto es algo que estás haciendo para el beneficio de tu hijo. Programa un recordatorio diario en tu teléfono, o ponlo en el calendario familiar para que todos sepan lo que harán cada día. Toma un paso pequeño hacia adelante y antes de que lo notes, ocurrirán grandes cambios.
Prueba algo nuevo
Cuando las estaciones cambian, ¡también nosotros podemos! Hay tantas activiades al aire libre en las que se pueden involucrar aún con el niño más selectivo, con muchas de ellas siendo de muy bajo costo o gratis si te tomas el tiempo de investigar. La cosa más difícil para muchos de nosotros es simplemente comenzar, así que olvídate de todas las razones y excusas sobre el por qué no puedes y simplemente hazlo.
Sé el ejemplo
Los niños son como pequeñas esponjas, que absorben todos los buenos (o malos) ejemplos que estás dándoles ellos. No es realista aspirar a que tu hijo coma de manera más saludable y se ejercíte si tú no lo haces. Como cabeza de la familia, está en ti marcar el paso y tono que todos los demás deben seguir, así que si lo conviertes en prioridad, ¡todos los demás también lo harán!