Recientemente recibí un correo electrónico de una empresa reconocida que me pedía que hiciera ‘clic’ en un dirección electrónica para ‘corregir’ errores en mi cuenta y actualizar mis datos personales. El correo venía de parte de una empresa con la que hice algunas transacciones hace algún tiempo.

Nunca debes comprar un automóvil sin haber hecho tu tarea y un presupuesto. Para ello tienes que considerar lo siguiente:

Cuando una amiga tuvo a su primer bebé, su madre le regaló un Bono del Tesoro de Estados Unidos para que abriera una cuenta de bancos para la pequeña. Le dijo que así podría ir ahorrando para cuando llegara el momento de que fuera a la universidad o para otros gastos importantes relacionados con su educación.

Como estas hay cientos de historias. Desafortunadamente y a pesar de que constantemente nos enteramos en las noticias de este tipo de estafas, cientos de personas siguen cayendo víctimas de las trampas atraídas por falsas promesas de que su dinero les rendirá ganancias más altas que en un banco o en otro tipo de inversiones.

Mi amiga Margarita está muy orgullosa porque su hija pronto comenzará sus estudios universitarios, la primera de la familia que irá a la universidad. Ahora están viendo cómo cubrirán todos los gastos de inscripción, matrícula, libros, vivienda y alimentos.

Las tarjetas de crédito son un arma de dos filos. Si las usas correctamente pueden ser una forma conveniente para no llevar mucho efectivo y hasta para controlar tus gastos. Pero si las utilizas como si fueran dinero pueden hacer mucho daño a tus finanzas.

Siempre que conozco a una mamá con niños pequeños me preguntan que cuál es la edad adecuada para comenzar a enseñarles el valor del ahorro y del dinero. Y siempre les contesto lo mismo “entre más pronto mejor”.