El boom petrolero tiene consecuencias


Agencias / Cortesía | 5/5/2022, midnight
El boom petrolero tiene consecuencias
DESAZÓN. Texas, un Estado que no conocía los sismos, ha registrado tantos en años recientes que puede superar en incidencias a California o Alaska, donde hay fallas masivas e interminables series de temblores. |

Los terremotos nunca fueron algo que preocupara a la población del oeste de Texas. Años han pasado entre temblores que nadie sentía. Inclusive después de que la revolución del shale entró en vigor hace una década y los equipos petroleros comenzaron a perforar frenéticamente en la vasta cuenca Pérmica de la región, parecía no haber impacto alguno.

Pero en 2015, repentinamente, se registraron seis terremotos que superaron los 3.0° de magnitud en la escala de Richter. En 2016, otros seis. Luego, el número de sismos se disparó: 17 se convirtieron en 78 y luego en 181. Solo en los primeros tres meses del 2022, se registraron otros 59, provocando pronósticos de nuevos récords para este año. Lo peor es que, si se baja el umbral de la magnitud, se pueden contar miles de pequeños temblores desde hace siete años.

En ese contexto, el oeste de Texas, la orgullosa ‘capital de la extracción de petróleo’ del país, está a punto de convertirse en la ‘capital de los terremotos’. California y Alaska, zonas conocidas por sus fallas masivas y una serie interminable de temblores, parecen destinadas a ser superadas pronto por las incidencias texanas.

Los expertos de la industria han reconocido que existe un vínculo entre la perforación y el salto en la actividad sísmica. Enormes cantidades de aguas residuales salen de los pozos a medida que el petróleo sale a borbotones, e inyectar esa agua nuevamente en el suelo (la opción de eliminación más barata) ejerce presión sobre las líneas de falla de la Tierra.

Que ninguno de los terremotos hasta ahora haya sido lo suficientemente grande como para causar mucho daño es de poco consuelo para quienes vieron un patrón similar durante el desarrollo de las ciudades petroleras de Oklahoma hace unos años.

Por ahora, los reguladores en Texas, un grupo famoso por no intervenir, en su mayoría solo piden, en lugar de exigir, a las empresas que arrojen menos agua al suelo. Dado que la invasión de Rusia a Ucrania hizo que los precios del petróleo se disparen a más de 100 dólares por barril, ese enfoque seguramente será insuficiente, dicen los observadores de la industria.

Los geólogos aún no comprenden todas las complejidades de los temblores inducidos por el fracking, pero en lo que sí están de acuerdo es en que es la eliminación de las aguas residuales, en lugar de la fracturación hidráulica de la roca hace que la Tierra se mueva. En el oeste de Texas, cada barril de petróleo que sale del suelo normalmente trae consigo cuatro barriles de agua.

El agua está cargada de sal y toxinas y, a veces, incluso contiene materiales radiactivos, lo que hace que la eliminación segura en la superficie sea costosa. Entonces, se vierte por una tubería que se extiende aproximadamente una milla hacia el fondo de la Tierra. Y a medida que el agua se filtra hacia ese sótano (roca precámbrica) puede causar deslizamientos en las fallas geológicas.

La Administración Biden ha pedido a las empresas del sector perforar más pozos. Chevron, Exxon y decenas de equipos más pequeños están aumentando su producción petrolera para aprovechar los altos precios del petróleo. Pero más pozos producirán más aguas residuales, lo que producirá más terremotos.

DEBE SABERLO

El petróleo financia en Texas los presupuestos escolares, paga por nuevos parques y representa directamente un tercio de todos los puestos de trabajo en gran parte de la región.

EL DATO

Se han registrado 59 sismos en Texas durante los primeros tres meses de este año.