Los estragos de la variante delta


Tania Del Ángel Pich | 9/2/2021, midnight
Los estragos de la variante delta
ARMONÍA. Los almuerzos abundantes no son recomendables. La comida de mediodía debe ser balanceada: carbohidratos, fibras y ensaladas. Beber agua pura también es necesario. |

Cuando creíamos ver la ‘luz al final del túnel’ conforme avanzaba la inoculación masiva, irrumpió en el país la variante delta, arruinando la temporada veraniega. La variante B.1.617.2 (o delta) fue identificada por primera ven en India en diciembre del 2020. Desde entonces se ha propagado rápidamente alrededor del mundo, causando una peligrosa ola de infecciones y fatalidades.

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Pompeyo Chávez, doctor en medicina familiar.

“Hay una gran posibilidad de que este virus se quede entre nosotros porque el mundo no ha llegado a los niveles de inmunidad necesarios. Eso provocó las mutaciones. Lo negativo de la variante delta es que es mucho más contagiosa y provoca síntomas diferentes que pueden ser confundidos fácilmente por una gripe”, comenta para El Mundo Newspaper, Pompeyo Chávez, doctor en medicina familiar.

Los síntomas de la delta, variante del coronavirus que está causando estragos en el país, es distinta a otras variantes. “Además de la pérdida de olfato y gusto y de la fiebre, también registra síntomas muy parecidos a un fuerte resfriado común como el dolor de cabeza, dolor de garganta, tos y secreción nasal. Otros posibles síntomas son fatiga, dolor muscular, náuseas, vómito, diarrea y dificultad para respirar. Todo esto complica el diagnóstico del COVID-19, especialmente cuando está por comenzar la temporada de la influenza”, advierte el doctor Chávez.

El embate de la enfermedad no es inevitable. “Las vacunas que se aplican en este país son efectivas para prevenir las hospitalizaciones y las muertes por COVID-19. Un estudio reciente señala que la vacuna Pfizer llega a ser 88% efectiva, haciendo leve la enfermedad en la mayoría de los casos; además de reducir las hospitalizaciones en 93%. La mayoría, o casi todas las personas actualmente hospitalizadas, son aquellas que no recibieron la vacuna y tienen el sistema inmunológico muy comprometido”, explica el doctor Chávez.

Según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), hasta el 13 de agosto de este año, el 61.3% de la población estadounidense recibió, por lo menos, una dosis de alguna de las vacunas contra el COVID-19; y el 52% está completamente vacunado. “La única arma que tenemos contra el virus y sus variantes actuales, incluyendo la delta, es la vacuna. No será la última variante peligrosa y corremos el riesgo de que las vacunas actuales no sean tan efectivas para futuras mutaciones. La esperanza que tenemos es que con la aprobación formal que la FDA otorgó a la vacuna de Pfizer, un mayor número de personas se vacunen, aumentando en 10% o 15% la población vacunada. Eso sería excelente”, afirma Chávez.

El relajamiento de las restricciones de salud y el hartazgo de la práctica del distanciamiento social y del uso de la mascarilla han provocado un mayor número de contagios y hospitalizaciones entre jóvenes y niños. “Las vacunas nos dieron una falsa impresión de protección a nivel general en un momento en que el cansancio psicológico se apoderó de la situación. Por eso todos bajamos la guardia; pero la realidad es que, actualmente, un mayor número de personas se está infectando. Para los jóvenes y niños el riesgo de contagio es la misma que con otras variantes, por eso muchos terminan en el hospital con síntomas más severos, y la posibilidad de morir es real. Por eso las autoridades deben resguardar el bienestar de los estudiantes cuando éstos regresen a las clases presenciales, algo que es importante para su desarrollo psicológico. En ese sentido, el uso de las mascarillas debe ser obligatorio”, señala el experto.