Desde hace casi veinticinco años, el voto latino empuja candidaturas presidenciales, pero en estas trascendentales elecciones no se percibe esa fuerza porque no existe una posición unificada en la comunidad latina.

La mayoría de los inmigrantes latinos registrados para votar el 3 de noviembre consideran tres temas específicos antes de definir su voto: la economía, en primer lugar. La mayoría percibe que la Administración Trump creó más empleos e impulsó el crecimiento de las pequeñas empresas; además, muchos lograron comprar la casa propia durante esta gestión, según datos de la Asociación Nacional de Profesionales Hispanos de Bienes Raíces (NAHREP).

Los otros dos asuntos significativos son la atención médica y la educación. En general, la mayoría demanda una solución inmediata para la crisis de salud, la raíz de todos los problemas que han perjudicado su desarrollo, sus finanzas y ha cambiado drásticamente sus hábitos cotidianos y los de sus familias.

Los discursos y las políticas migratorias de Donald Trump deberían distanciarlo de la comunidad latina pero no es el caso. El tema migratorio no es un factor común, unificador, para los latinos naturalizados, a pesar del endurecimiento de las políticas migratorias, que han dificultado la llegada de familiares cercanos de miles de inmigrantes legales; de la exclusión de millones de contribuyentes indocumentados que no recibieron el cheque del estímulo federal y de la agresiva ola discriminatoria contra las minorías.

La mayoría de inmigrantes cubanos y venezolanos facultados para votar, concentrados en la decisiva Florida, lo apoyaron hace cuatro años y podrían hacerlo otra vez. Los naturalizados de Centroamérica están divididos: un sector no votaría por su reelección dada su posición en contra de los TPS, pero muchos sí votarían por él porque en los años 2018 y 2019 les fue bien económicamente. En el caso mexicano, la comunidad inmigrante más grande del país, las encuestas nacionales demuestran que las preferencias están divididas, aunque varios sondeos inclinan levemente las preferencias hacia el candidato Demócrata, el único que anunció propuestas concretas en el tema migratorio. Los inmigrantes sudamericanos que han padecido fallidos gobiernos de izquierda ven con simpatía la reelección del actual presidente.

Según una encuesta de nivel nacional del binomio Washington Post/ABC News, Joe Biden tiene una ventaja de 10% sobre Donald Trump. Otros sondeos ponen la ventaja en 16%. Para Latino Decisions, consultora de opinión política de la comunidad latina, el Demócrata cuenta con el 66% del respaldo de los votantes latinos. Sin embargo, una cosa es decir a quién se apoya, con quién se simpatiza, y otra, votar.

EL DATO

En la elección presidencial del 2016, Donald Trump fue respaldado con el 28% de los votos latinos. Hillary Clinton obtuvo 66%.